Kika Vargas Verano ’16: una fusión de dos mundos diversos

Kika Vargas cerró con broche de oro las pasarelas de Colombiamoda 2015 con su colección de verano llamada Sakura de la mano de Glade. Vargas había ya profesado su amor por viajar y esta colección fue una oda a ello por medio de una propuesta que mezcló oriente y occidente. Siendo dos lugares completamente opuestos, el filo conductor que unió perfectamente cada LOOK fueron las flores, específicamente la flor de cerezo, símbolo emblemático japonés. Esta flor fue vista en los atuendos de manera sutil; desde estampados floreales y el color de la flor en varias piezas hasta faldas y vestidos que asimilaban su forma.

La diseñadora no tuvo miedo ni límites al diseñar, muestra de esto fueron los atuendos que imitaban la estructura de los kimonos y el vestuario de las geishas pero confeccionadas con estilo occidental y telas artesanales. La mujer de Vargas fue romántica y exótica, definitivamente sin miedo a la experimentación de formas y texturas. En cuanto a los accesorios, las joyas fueron clave para darle vida a cada atuendo y las sandalias sin tacón asimilaban de nuevo el estilo japonés. La colección no podía haber estado completa sin la ayuda de un maquillaje sobrio que simulaba al de una “geisha moderna” y un recogido natural de cabello con trenzas suaves casi despeinadas.

Con Sakura, la diseñadora logró plasmar su conocimiento de moda italiana que adquirió al estudiar allá y su reciente amor a la cultura japonesa después de haber viajado al histórico país, creando al final, una relajada y perfecta unión de opuestos.

Redacción: Rita Arévalo

Fuente e imágenes: Inexmoda