Insights: El color rosado
El pasado, presente y futuro del color rosado
El rosado, más que un color, es reconocido como el símbolo de la feminidad por excelencia. Pero, ¿cómo y cuándo fue que se decidió darle este significado tan riguroso a algo tan ambiguo como un color? De acuerdo con la socióloga y psicóloga Eva Heller, experta en teoría del color, el rosado es el color del encanto y la cortesía, características que fácilmente pueden ser usadas al describir a una mujer o un hombre.
Hasta los años veinte, era común que las madres vistieran a sus bebés y niños pequeños con atuendos de color blanco, independientemente de su sexo, ya que era el color con el que más fácil se podían sacar las manchas utilizando cloro. En esa época, la gente no pensaba en que su hijo podría haber sido confundido por mujer o viceversa. Hoy en día, es poco probable que esto suceda debido al estereotipo de colores que la sociedad creó para el sexo femenino y masculino que se imponen desde su nacimiento.
No existe una fecha o época exacta en la que se definió este estereotipo ya que sucedió gradualmente a lo largo de los años. En el siglo XVIII, el color rosado era considerado un color masculino ya que deriva del rojo, color que simbolizaba la guerra. Este ideal fue cambiando poco a poco y en el siglo XIX, añadiendo la importancia que la sociedad de esa época dio a las teorías de Freud sobre el desarrollo infantil, la gente quiso definir desde un principio las preferencias de sus hijos.
A pesar de esto, el rosado siguió siendo unisex hasta que en los años sesenta casi todos los catálogo americanos de ropa y accesorios para mujeres se vieron invadidos por este color. Revistas como Vogue y Harper’s Bazaar lo nombraron el color de la década, gracias a personas como la editora de moda Diana Vreeland la cual influenció a diseñadores como Yves Saint Laurent a añadir este color a sus colecciones. A raíz de esto, los movimientos feministas coetáneos afirmaban que el rosado aludía feminidad extrema y fragilidad, palabras de las cuales querían desligarse, sin embargo eran características que se buscaban en una niña o una mujer delicada.
En los años ochenta, los padres que aún utilizaron ropa uniese en su infancia, vieron la necesidad de mostrar la masculinidad o feminidad de sus hijos desde su nacimiento con el uso del color azul y el rosado respectivamente. Aunado al crecimiento del consumismo, esta fue la receta perfecta para definir de una vez por todas el color que iba a representar, de una esta década en adelante, uno de los más grandes estereotipos sociales.
La idea que representaba el rosado, evolucionó la siguiente década gracias a los esfuerzos de varias organizaciones que conectaron el color a un símbolo de fuerza y perseverancia. En 1991, la fundación Susan G. Komen dio a las corredoras de la Maratón por la Cura en Nueva York listones rosados, los cuales se convirtieron, hasta el día de hoy, en el símbolo oficial del Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama.
A inicios del siglo XXI el rosado empezó a ser nuevamente utilizado por hombres, creando una ambigüedad al color que no existía a finales del siglo pasado, gracias a marcas como Alexander McQueen, Versace y Gucci que presentaron trajes y prendas rosadas para hombre en recientes colecciones. Aunque, no es predecible la dirección que tomará el significado del color rosado en el futuro, este cambio que se ha ido dando gradualmente puede solamente traer libertad en sus elecciones a las nuevas generaciones y que esta puedan usar el color que les guste, independientemente del qué dirán los demás.
Redacción: Rita Arévalo
Fotografía: Angelique Hazbun – El estudio
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