Gloria Álvarez
Una mujer segura de sí misma, e implacable. A través de su trabajo, busca incentivar un cambio y concientizar a la ciudadanía sobre procesos y hechos políticos. Licenciada en Relaciones Internaciones y en Ciencias Políticas, Gloria nos cuenta que se ha esmerado para ganarse su lugar y ser respetada en un ambiente donde predominan los hombres.
Desde su época universitaria, sintió la necesidad de involucrarse en los temas políticos del país. Cursando su segundo año de licenciatura, se le dio la oportunidad de trabajar para una estación de radio local; y fue gracias a esta experiencia que descubrió su pasión por informar y por compartir sus conocimientos.
“Yo quería utilizar el micrófono para transmitir diferentes ideas con respecto a la importancia de involucrarse en las situaciones del país. Estudiando y teniendo la oportunidad en la radio, me fui formando como una persona que constantemente buscaba comunicar ideas complejas en un lenguaje sencillo que todos pudieran entender”.
Gloria reconoce el poder y el papel que juega hoy en día la tecnología en el desenvolvimiento de nuestra sociedad. Es por esto que lejos de conformarse con el micrófono en la radio, comenzó a utilizar las redes sociales como un medio para comunicar y transmitir los mensajes que consideraba importantes.
Trabajando como Community Manager para un Banco Nacional, Gloria aprendió y descubrió el poder y potencial que tienen las redes sociales como Facebook y Twitter para ser un medio por el cual los ciudadanos, particularmente los jóvenes, pueden hacer escuchar su voz. Ella comenzó a utilizar sus redes sociales personales para llevar mensajes y fue tal el liderazgo que marcó, que gracias a esto Gloria se involucró y se sumó al Movimiento Cívico Nacional.
MCN es una organización de activismo político que pone sus esfuerzos en denunciar casos de corrupción e incentivar cambios a las leyes que son necesarios para que Guatemala pueda llegar a contar con un sistema política más transparente.
Su camino por el mundo de la política ha sido intenso y duro, pero que al mismo tiempo la hace feliz. Gloria admite que aunque vivimos en el Siglo XXI y las mujeres somos más libres que nunca, para ella no ha sido fácil desenvolverse en un ambiente en el cual se juzga fuertemente por el simple hecho de que son eso: mujeres.
“Cada error que cometemos o las palabras que utilizamos son tres veces más examinadas que en el caso de los hombres; incluso, si nos equivocamos en cuestiones políticas va a ser muy común que recibamos comentarios que apelan a la misoginia, al machismo y a tu condición de mujer. Hay que tener un cuero muy grueso para ser política mujer en Guatemala”.
Sin embargo, Gloria está segura que todos los cambios y el despertar que ha traído el 2015 para Guatemala conllevarán a que, en un futuro cercano, exista mayor igualdad de género. “El 2015 ha sido un año de transformación y me acordé cuando tuvimos el 13 Baktún en el 2012, porque en esos días decían que iba a haber un cambio de era y, definitivamente para mí, el 2015 ha sido un cambio de era a nivel político”.
Gloria nos cuenta que ha sido un año de aprendizaje. “A nivel personal he crecido en la experiencia y la sabiduría que he adquirido tanto en lo que sucede en Guatemala como en lo que sucede a nivel latinoamericano. Este año pude conocer países que nunca antes había conocido y lo hice como turismo político, ya que me tocó ir a dar conferencias, conducir entrevistas e ir a conocer la realidad de Argentina, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil, Chile, México, EEUU en Florida y Nueva York, Nicaragua, El Salvador y Uruguay. He impartido un aproximado de 90 conferencias en este año llegando a una audiencia de casi 50 mil personas en el continente. Definitivamente, el 2015 ha sido un año de cambio y transformación que no me esperaba, pero que me ayudó a comprender muchísimo más la realidad política y económica de Latinoamérica”.
Gloria quiere seguir contribuyendo con los esfuerzos por una nación con un sistema político eficiente y funcional en donde la justicia y la igualdad ante la ley sean prioridad. “Yo sueño con que Guatemala se convierta en un centro internacional de comercio y cultura”.
Gloria Álvarez
Cuéntanos un poco sobre tu niñez.
Fui una niña que se gozó mucho su niñez y sabía que iba a ser algo que nunca iba a volver y eso me incentivó a no tratar de adelantarme esa etapa. Mis papás no tenían una buena relación, peleaban mucho. Y por lo mismo, los fines de semana los pasaba con mis abuelos cubanos, los papás de mi papá.
Estar con ellos fue algo que me influyó de sobremanera. La energía cubana llena de expresión y alegría me llevaba a ver el mundo como una gran aventura. Mi abuelo era radioaficionado y crecí viéndolo hablar hacia todos los países y en especial hacia Cuba.
Mi abuela hizo un gran trabajo contándome las historias de la isla y de la familia que nunca conocí. La cocina, el cariño, y las historias de mis abuelos marcaron mi infancia. Me encantaba jugar tanto afuera en el jardín con mis perros cocker “Pedro” y “Dolly” como dentro de la casa Nintendo o Barbies. Tuve amigas con quienes desarrollaba mucho la imaginación, escuchábamos discos de música de los años 60, hacíamos manualidades, inventábamos obras de teatro, e incluso hacíamos un juego donde nos tapábamos los ojos con un suéter y las demás se encargaban de guiarnos a caminar mientras nos iban contando alguna historia de fantasía donde estábamos cruzando puentes encima de lava, visitando otros planetas o acercándonos a dragones peligrosos cuando realmente estábamos en el patio trasero de alguna de nosotras.
Me gustaba conocer el mundo a través de la radio y la tele. Escucho música desde que tengo memoria. Maná y Timbiriche de los primeros grupos que mi memoria registra. La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone), Chespitiro, Cándido Pérez y Salvado por la Campana eran shows que disfrutaba muchísimo. Siempre me tocó ser la niña nueva en la escuela porque a los 9 años por el trabajo de mi papá nos mudamos a Tegucigalpa, Honduras y dos años más tarde a San Salvador, El Salvador. regresé a Guatemala con 16 años pero constantemente venía de visita. Eso me enseñó a mantener amistades en la distancia. Esto me empujó a ser extrovertida y a fomentar siempre nuevas amistades. A aprender a ser yo.
Gloria Álvarez
¿Alguna vez imaginaste llegar a dónde estás hoy en día?
Honestamente no. Siempre he vivido mi vida enfocándome en los retos y las oportunidades que va poniendo el presente. “Tengo que pasar el año”, “tengo que estudiar para el parcial”, “para el privado”, “quiero conocer otros países”, “quiero una beca”. Pero eso siempre me ha llevado desde que estaba en el colegio a encontrarme en situaciones y experiencias que decía “Wow, nunca me imaginé estar aquí”.
La primera vez que salí al aire, la primera vez que me gané una beca, la primera vez que tuve un amigo musulmán o budista, la primera vez que puse pies en Tikal o en una Mezquita en Estambul, la primera vez que vi la Torre Eiffel, el Coliseo o el Empire State, la primera vez que en Sudamérica al terminar una conferencia me ovacionaron de pie, cuando conocí a Jorge Ramos o cuando entrevisté a Ricardo Arjona. Estar con mi abuela al morir hablando con ella hasta el final. La primera vez que manifesté frente al Congreso, o cuando fui parte del descubrimiento del plagio de Manuel Baldizón. Creo que cuando uno vive su día al día con energía y dando lo mejor de uno, la vida se vuelve una aventura donde se vuelve maravillosamente imposible predecir qué viene después.
¿Qué le aconsejas a la próxima generación de mujeres guatemaltecas?
Que se conozcan a sí mismas, que adquieran el hábito de la lectura, que si no tienen mujeres que las inspiren en su vida real, que las busquen en los libros, que se inyecten de coraje aprendiendo de otras que en épocas y situaciones más difíciles fueron capaces de escoger vivir su vida como ellas querían. Que sean conscientes de que las mujeres estamos genéticamente diseñadas para ser tan inteligentes como así lo deseemos y que el cerebro es el músculo más importante a entrenar para que entonces la lengua y el corazón actúen con coherencia, franqueza y soltura.
Redacción: Cecilia Amador
Fotografía: Emmanuel García
Vestuario: Guishem
Joyería: Alessa Designs
Maquillaje: Mónica Niederheitmann / Makeup provided by MAC Cosmetics
Peinado: Eddy Uker
Locación: Museo de Arte Moderno “Carlos Mérida”
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