Gabriela Toriello
OM Balance
Gabriela Toriello es la fundadora de OM Yoga Guatemala, un estudio que ofrece la práctica de la disciplina de Ashtanga yoga, Vinyasa yoga y sus ramas. Una mujer relajada que irradia energía pero, curiosamente, al mismo tiempo se maneja y conduce a sí misma de una forma serena.
Nos recibe lista para impartir su próxima clase y nos hace pasar a un salón totalmente blanco; un lugar puro y tranquilo. “Después de cada sesión limpiamos todo con sal para aclarar el ambiente”, nos cuenta. Nos quitamos los zapatos y nos sentamos en el piso para platicar. No puedo negar que automáticamente dan ganas de respirar profundo, despacio y dejar que esa tranquilidad entre a mi sistema.
“Soy dueña de un espacio que ofrece la disciplina del yoga” comienza a contarnos,“tal vez esto me identifica o me da el nombre de quien soy, aunque en realidad yo no me veo así. No me califico como un “quién”, sino como una alumna de vida como todos los demás. Eso es lo que me define como persona, soy alguien que quiere enseñar lo que sabe, lo que practica y lo que siente. Siempre busco hacerlo con mucha honestidad, soy una mujer que ha aprendido el camino de la vida y la espiritualidad por medio de la práctica de yoga. Lo que significa para mí es lo que quiero exponer a la gente que viene a este espacio (hace referencia al estudio), que sean ellos mismos que lo experimenten para convertirse en una mejor persona, sentirse sanos y encontrar una felicidad plena”.
Gabriela nos cuenta que durante su época universitaria se sentía desconectada y se encontraba constantemente en la búsqueda de algo que le hiciera sentido “me fui a la universidad, me descarrilé y entonces me di cuenta que no era feliz. En los estudios me iba bien, pero siempre había algo que buscaba y nunca encontraba, pero no lo tenía definido ni suficientemente claro sobre qué era. El círculo vicioso de salir, dormir, levantarse y volver a repetir ese patrón no me hacía feliz. Hasta que encontré el yoga, me enamoré de su filosofía y de la práctica.”
“Mi mamá practicó un poco de yoga cuando yo tenía alrededor de diez años, en ese tiempo era muy extraño que alguien lo practicara, te miraban como un hippie, pensé –yo no voy a hacer eso, yo voy a ser normal– (se ríe). Mientras asistía a la universidad conocí a una inglesa que daba clases de Hatha yoga, una práctica que consiste en la base de todos los yogas. Son posturas y no posee una secuencia específica. Es respiración y la filosofía de los sutras, que son 200 párrafos que sirven de guía del yoga. De estos solo 2 hablan de la práctica física, el resto es más espiritualidad. Cuando comencé a leerlos y a practicar Hatha, sentí que me llenó y que me dio mucha conciencia de las decisiones que empecé a tomar en mi vida. Tenía apenas 18 años y me di cuenta que no quería hacer ciertas cosas que ya me resultaban sin sentido”.
“A los 22 años me gradué de arquitecta y me regresé a Guate. Yo quería dar clases de yoga pero no habían estudios para poder impartirlas”.
Por esta razón comenzó a impartir clases en el hotel Meliá y junto a una amiga abrió su primer estudio en zona 14 llamado Aqua, en el cual enseñaba Power yoga. Después de dos años lo cierra y abre un espacio dentro del salón de belleza Talkin Heads, “teníamos que pasar entre las secadoras de pelo y los tintes, pero yo tenía la certeza y la determinación de lo que quería hacer. Le daba clases a cinco personas. Una amiga mía se fue a hacer un entrenamiento para enseñar y sacó un curso de Hatha yoga con Deepak Chopra, al regresar comenzó a dar clases conmigo. Éramos tres maestras en total. Al cumplir un año allí lograbamos meter a veinte personas en una clase para diez”.
Fue así como se vio en la necesidad de crear un nuevo espacio que construyó en el parqueo del mismo salón. “OM yoga lleva diez años. En total han sido 16 años enseñando yoga en Guatemala. Es algo tan bello, ahora hay 6 o 7 estudios, eso quiere decir que la gente lo está pidiendo. Nosotros somos una comunidad nos conocemos todos. Es lindo poder tener ese punto de vista: el yoga no se trata de dividir se trata de unir”.
“ASHTANGA es un sistema que, cuando practicado con devoción, conduce a la libertad del corazón”. – Sri K Pattabhi Jois
Abrir una brecha para esta práctica en Guatemala no fue trabajo sencillo, “fue un reto porque no tenía fondos económicos para abrir un estudio y no había gente con conocimientos acerca de la práctica. En ese tiempo decían que el yoga era para “raros”, o solo pensaban que era solo para quien se quería estirar como Jane Fonda (se ríe). Entonces era difícil. Yo ponía una clase a las seis de la tarde y no llegaba nadie. Hoy en día no tengo una sola clase vacía y es que se ha dado porque es increíble lo que Guatemala ha cambiado. Además que la aceptación que comenzó a tener el yoga a través de personas que viajaban y que escucharon que era bueno para las lesiones ayudó mucho para este proceso de introducción al país”.
Para Gabriela esta es una práctica, una manera de observación de uno mismo, que se produce a través de formas que se hacen con el cuerpo y que crean sensaciones que permiten esa observación para un mejor aprendizaje. Lo importante es el control de la respiración, así nos cuenta sobre una de sus frases favoritas de Sri K Pattabhi Jois “la postura es perfecta cuando la respiración está estable”. Bajo esta filosofía, practica e imparte un tipo de yoga llamado Ashtanga “se ejercita seis veces por semana una misma serie hasta que se logra dominar para pasar a la siguiente. Son seis series en total. Llevo tres años de practicarla todos los días, ahora ya estoy en la segunda serie. Realmente te cambia el cuerpo totalmente, te da fuerza y tu cuerpo está sano. Dominar las posturas te llevan a hacer que en tu vida puedas hacer lo mismo que puedes hacer con tu cuerpo, si logras contorsionarte y respirar al mismo tiempo, en tu día a día puedes manejar muchas emociones que te permite un control sobre ti mismo”.
“Soy una mujer que está en constante aprendizaje del camino de la vida y la espiritualidad por medio de la práctica del yoga”.
Para Gabriela ser auténtica y honesta son las virtudes más importantes. “Es vivir tu verdad, tu camino, tu Dharma. Esto es lo que viniste a hacer a esta tierra. Hay dos tipos de Dharma: el que tu escoges y el que te asigna la vida”.
Una de las lecciones más valiosas que nos enseña es el yoga como el reflejo de nuestra existencia: “a mis alumnos les digo –su mat es como un espejo, todo lo que pase allí es lo que esta pasando en su vida–”. Nos cuenta que el lugar perfecto para encontrarse a uno mismo y su centro no existe. Lo importante es encontrar el momento, crear el espacio para esto: “lo que yo hago es extender mi mat donde sea, hago cinco salutaciones, respiro, sudo un poquito y me encuentro en el –aquí y ahora–. Allí encuentro mi paz y mi centro”.
El yoga es un estudio y una forma de vida que enriquece el espíritu. Bajo esta filosofía nos comparte su mantra: “Practica por cinco años y eres un principiante, practica por diez años y no eres tan principiante. Por veinte o cincuenta años y tal vez estas avanzado. Practica todos los días y tal vez en la siguiente vida seas iluminado”. – Sri K Pattabhi Jois. Para ella esto es de lo más importante, ya que te enseña a ser paciente y disciplinado: las claves del éxito de la vida según Gabriela.
Fotografía: Javier Asturias
Redacción: Lourdes Galindo
Vestuario: Guishem y Eduardo Figueroa Couture
Accesorios: Swarovski
Peinado: Eddy Uker
Maquillaje: Ana Lucía Maldonado
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