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La importancia del amigo imaginario
Si alguna vez has sorprendido a tu hijo hablando solo o con un “amiguito” de lo más natural, no te preocupes pues está pasando por una etapa normal en la infancia donde tienen amigos fruto de la imaginación.
La etapa de los amigos imaginarios generalmente inicia a los tres años y permanece hasta los ocho. Algunos expertos incluso atribuyen los amigos imaginarios a un elevado coeficiente intelectual que les permite imaginar más allá de una realidad. Si tu hijo está atravesando esta etapa de su vida, estas preguntas te ayudarán a resolver las dudas que tenías:
¿Por qué sucede?
Es una forma cómo los niños naturalmente empiezan a salir de la etapa del yo-yo, donde todo gira alrededor de su vida; pasando a convivir con el entorno a través de la exploración. Los amigos imaginarios no necesariamente tienen que ser niños de su misma edad, depende mucho de qué persona, animal y objeto le sirve a tu hijo para comprender el mundo y sentirse cada vez más autónomo.
¿Es normal que mi hijo tenga un amigo imaginario?
Sí, casi el 50% de los niños en esas edades tienen amigos imaginarios. Depende mucho de la imaginación de cada niño, el tiempo que permanece junto a él y la frecuencia con la que aparece.
¿Qué beneficios trae para su vida?
-Desarrollo de la imaginación a un nivel máximo pues es capaz de visualizar y convivir con una persona que es resultado de su inteligencia.
-Mientras interactúa con este personaje, además pondrá en práctica elementos vitales del juego como esperar turnos, escuchar, responder, divertirse y modificar juegos que ya existen.
-Generalmente el amigo los motiva a hablar mucho más y expresarse, verás cómo puede estar sentado jugando por horas y mejorando su dicción, vocabulario y lenguaje inicial.
-A través del amigo imaginario podrás conocer a profundidad los deseos e intereses de tu hijo, pues es un mecanismo de proyección al utilizar la voz del amigo en sustitución de la propia.
¿Qué consecuencias negativas puede tener?
En general este fenómeno es más positivo que negativo. Eso sí, si el niño luego de cumplir ocho años sigue muy apegado a su amigo imaginario y no logra interactuar con otros niños de su entorno, eso sí amerita buscar a un experto para ayudar a sustituir esa figura importante en su vida.
¿Cómo debo actuar como padre?
No debes alarmarte o incluso prohibirle que se junte con este amigo. En momento específicos puedes indagar qué hace con su amigo y qué juegan, incluso favorecerá a los temas de conversación en la mesa, carro y con otros familiares. En ningún momento te sientas avergonzada pues es una etapa normal de los niños, pero tampoco lo estimules si tu hijo está dejando de hablar de su amiguito.
No olvides que la comunicación con tu hijo es de vital importancia y es así como lograrás ir formando una relación de confianza. Cuando tu pequeño quiera compartir sus experiencias, deseos, miedos y todo lo relacionado a su amiguito, escúchalo y dale la libertad de expresarse. No tengas miedo de esta etapa tan normal y divertida por la que está pasando tu hijo.