¿Hasta cuando?
Todo padre pone la vida de sus hijos en manos de las instituciones escolares y los adultos encargados en las mismas. Aún así no están totalmente seguros. ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de los colegios por la seguridad estudiantil?
Luis es un joven alto, muy delgado y de facciones delicadas, únicamente busca ser un adolescente “normal” y disfrutar del colegio, pero sus compañeros no lo ven de esa forma, seguramente porque no realiza las mismas actividades “varoniles” de los demás estudiantes. Sin embargo es considerado buen amigo para las niñas, se siente cómodo entre ellas, lo que a los hombres les resulta molesto.
Sus pertenencias constantemente desaparecen del lugar en donde él las deja, para luego aparecer en el bote de basura. Luis casi nunca disfruta del almuerzo que su mamá le prepara, pues los otros niños lo roban, lo tiran o se lo comen. Un día, mientras bajaba las gradas del colegio, sintió como un pie se le atravesó en el camino y lo hizo rodar hasta el final, lo que causó risas entre los presentes y ninguno se acercó a ayudarlo, a pesar de las lesiones en su rostro.
Los lunes por la mañana, el grupo recibe la clase de educación física, pero a Luis no le gusta porque para él representan 40 minutos de ser constantemente humillado y expuesto por el profesor, un hombre musculoso y atlético que constantemente le exige más a Luis para lograr sacar “el hombre” en él. Mientras los demás descansan, por orden del profesor, Luis debe continuar corriendo en círculos a la mitad de la cancha. En medio del esfuerzo vomita frente a sus compañeros lo que vuelve a causar burlas y diversión.
En los pasillos los alumnos bromean entre ellos y se insultan llamándose “Luis” unos a otros. Asocian ser débiles con dicho nombre. Los padres de Luis lo retiraron del colegio. Este año una alumna de nuevo ingreso se incorpora al ciclo escolar y en clase de educación física escucha constantemente que el profesor le grita “corra más rápido que parece Luisa”. Sus compañeros soltaron la carcajada. Su curiosidad la lleva a entender quién es Luis y hoy nos cuenta la historia.
En Guatemala, una de las discusiones más fuertes que existen dentro de los círculos de padres de familia es la seguridad en los colegios.
¿Hasta dónde llega la responsabilidad de la institución, dentro y fuera de las instalaciones? ¿Qué tan seguros están nuestros hijos dentro del perímetro escolar? ¿Quién responde por lo ocurrido a mi hijo o hija? Estas son algunas de las muchas interrogantes con las que se enfrentan los padres de familia cuando escogen el colegio y mientras sus hijos permanecen en él.
Tener la certeza que cada mañana al despedirse de sus hijos, llegarán a casa sanos y salvos: física, emocional y psicológicamente por la tarde, es derecho de todo padre y una obligación de parte de las institu- ciones escolares.
Recientemente, en marzo de 2016, se dio a conocer el caso de Alexander Aldana Fuentes, un niño de 13 años, quien cursaba primero básico en el colegio Liceo Javier y murió ahogado en una piscina del establecimiento. El suceso estremeció y alarmó a la sociedad, pues se presume que fue responsabilidad del maestro de educación física y directivos del plantel, quienes no tomaron las precauciones debidas.
Este caso levantó y abrió de nuevo la discusión sobre la seguridad de los alumnos en los colegios. Aún más en aquellas instituciones privadas en dónde se paga una cuota mensual por brindarle a los niños la mejor educación y oportunidades de vida posibles.
Muchas especulaciones giran en torno a este caso que aún permanece bajo investigación.
“Les dimos a nuestro hijo y nos fallaron”,expresó con dolor y frustración Gabriela Fuentes, la madre de Alex, a los medios de comunicación antes de entrar a la sala de audiencias, para exigir justicia por la muerte de su hijo.
Tres puntos son importantes de resaltar dentro de esta discusión, todos de igual importancia y que lideran las causas principales de inseguridad estudiantil a lo largo del país:
- ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de la institución?
- ¿Qué es la seguridad estudiantil y qué factores envuelve?
- ¿Quién se responsabiliza por el bullying entre alumnos?
Dentro de las entrevistas que los padres de Alexander concedieron a otros medios,*** relatan que su impresión fue que a nadie le importaba el paradero de su hijo, ya que no había quien pudiera ayudar o dar una respuesta sobre él, “sentí una gran tristeza e impotencia” explicó al medio “porque ningún catedrático, ni vigilante, ni nadie estaba buscando a mi hijo”.
Lamentablemente, dicha discusión está dividida y va más allá de este caso que ha sacado a luz muchos casos más que han sucedido en los últimos años y que afectan directamente a la generación de jóvenes que formarán las bases de nuestra futura sociedad.
Otro ejemplo de esto fue en el año 2012, cuando en el colegio Alemán se vivió un caso en particular cuando dos jóvenes de 14 años acosaron a una niña de 11, grabándola en un video comprometedor que posteriormente publicaron en YouTube. El caso se volvió un escándalo cuando los menores acusados del acoso, fueron expulsados del centro educativo pero sus padres exigían una reincorporación, alegando bullying institucional.
“LA RESPONSABILIDAD COLEGIOS DE LOS DEBERÍA DE ENTABLAR VARIOS ASPECTOS” – Psicóloga Jennifer Petersen
En este caso al igual que el del Liceo Javier, la interrogante que parecía opacar la situación principal fue, ¿hasta dónde es responsabilidad del colegio? Si bien es cierto, en el caso del Liceo Javier, la participación de la institución fue más directa debido a que el alumno falleció dentro de las instalaciones del colegio y que implicó la captura del profesor, acusado de homicidio culposo.
La Declaración de los Derechos del niño y niña establece que: “El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier índole. Debe ser educado en espíritu de compresión, de tolerancia, de amistad entre los pueblos, de paz y fraternidad universal y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes”. -Declaración de los Derechos del Niños, artículo, 10,1959.
Por otro lado, la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, vigente desde el año 2003, establece que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos contra cualquier forma de explotación o abuso sexual (Art. 56). El Estado deberá aportar las medidas necesarias para su protección (Art. 54).
La responsabilidad de velar para que estos derechos se cumplan, recae en los adultos que rodean a los niños, es decir, en casa, los padres de familia y en los colegios, los maestros, directores y demás adultos involucrados en la seguridad del estudiante. En el hogar, los padres deberán inculcar a sus hijos el respeto por los demás, reconocer casos de agresión en su contra y sobre todo mantener una buena comunicación de padres a hijos.
“El secreto está en ser padres involucrados y aceptar a nuestros hijos como una responsabilidad para detectar a tiempo cualquier anomalía”, nos explica, Alberto Rodríguez un padre de familia que atravesó por momentos difíciles cuando su hija de 13 años sufrió agresiones físicas y verbales por parte de un grupo de compañeras de su salón. Los padres de la menor pidieron ayuda profesional y a la vez contaron con el apoyo absoluto del establecimiento en donde tomaron medidas al respecto, e implementaron charlas informativas sobre el acoso escolar y sus consecuencias, a las que fueron involucrados los estudiantes, maestros y padres de familia.
“Casos como el sucedido en el colegio Liceo Javier, han servido para que todos estemos más alertas” agregó respecto a la responsabilidad que mantiene la institución de cuidar a los alumnos.
En casos de acoso en el colegio o institución educativa se deben tomar medidas que van desde la observación del problema, reuniones con los grupos para obtener testimonios y escuchar a la niña o niño afectado y a sus compañeros.
El abuso escolar, en la actualidad es conocido como bullying y es uno de los principales fenómenos que ponen en riesgo la seguridad de los niños dentro de los colegios.
Regresando a las interrogantes del inicio, el bullying no es el único culpable de la inseguridad en los colegios y la pregunta va más allá de cómo poder evitarlo, sino más bien es, ¿qué tan vigilados están nuestros hijos por los adultos responsables? ¿Quién puede dar razón sobre lo ocurrido a nuestros hijos dentro del perímetro escolar, desde un pequeño rasguño, un accidente grave que comprometa la salud e incluso la vida del menor, hasta los casos de bullying físico, verbal, psicológico y emocional?
Un informe realizado en marzo de 2008 por el Ministerio de Educación de Guatemala -MINEDUC- muestra que entre el 15% y el 25% de los alumnos están involucrados en casos de bullying, ya sea como agresores o como víctimas. Se demostró que uno de cada cinco niños (20.6%) es víctima de algún tipo de agresión a tal punto que esta llega a ser considerada bullying. La edad más vulnerable es la de 14 años con 23.64% y la menor vulnerabilidad es la de 11 años con el 16%.
Es responsabilidad del centro educativo garantizar la seguridad física, emocional, psicológica y sexual de los alumnos.
En el colegio se deben trabajar técnicas de prevención, fomentar valores y actitudes de respeto.
“El maestro es responsable de lo que suceda dentro y fuera del salón de clases, ya que los niños y adolescentes se encuentran formando su juicio lógico” explicó, Lourdes Godoy, Psicóloga infantil.
Guatemala
- 1 de los 3 países del mundo en donde se producen 1 de los la mayor cantidad de muertes violentas de niños y adolescentes.
- 14% es la estadística de acoso escolar que existe en Guatemala.
- 30% de las agresiones más comunes, son verbales.
- 7.20 de 100 niños en la primaria sufren violencia por parte de los docentes.
- 76 de cada 100 estudiantes de nivel medio sienten temor de ser víctimas de violencia o delincuencia dentro de su lugar de estudio.
- 14% de los niños sufren agresiones frente a un profesor.
- 14 años es la edad más vulnerable con 23.64%.