EAT WELL, FEEL GREAT
¿Sabías que la alimentación afecta el comportamiento y el desarrollo de tus hijos?
Por: Gaby de Paz
En este regreso a clases, es necesario que consideremos qué les mandamos de refacción a los niños. Tomemos un momento de nuestro tiempo y leamos las etiquetas de los productos que empacamos.
¡Una cosita para que refaccionen! Pero esta cosita puede ayudar en el comportamiento, en la concentración, en el IQ y principalmente en la salud de tu hijo, entre otros efectos. Productos que consideramos inofensivos pueden estar contribuyendo a que nuestros hijos tengan un mayor nivel de actividad, menos atención y menos ganas de aprender y escuchar.
La comida forma parte de la educación de nuestros hijos y debe formar parte de las decisiones de vida. No todo lo que nos venden es bueno para nuestros hijos, aún cuando sea rico o práctico. ¿Dejarías a tus hijos ver mucha televisión o páginas de internet inapropiadas? ¿Dejarías a tus hijos comer cosas que le hacen mucho daño? ¿Sabes qué le hace daño a tu hijo? ¿Crees que porque se vende en un supermercado, es bueno para tu hijo o inofensivo?
¿Cuáles son algunos de los componentes que contienen los sobrecitos, bolsitas y paquetitos de refacción? Aceites de soya, canola o aceites parcialmente hidrogenado vegetal; harina enriquecida (metales tóxicos); fructosa, sucralosa, aspartame, sabores naturales o artificiales; glutamato de sodio, potenciadores de sabor; proteína hidrolizada vegetal; soya y sus derivados; aislado de proteína de soya; colorantes naturales y artificiales (rojo no. 40, azul no. 2, amarillo no. 5, etc.), nitrato de sodio (presente en embutidos, salchichas, jamones, tocino, etc.); benzoato de sodio; bromato de potasio (harinas); high fructose corn syrup (jarabe de maíz) BHA, BHt, rBGH, rBST. La lista es muy extensa. Incluso los alimentos que consideramos sanos contienen algunos de estos elementos que no nos ayudan.
Empecemos por educarnos y educar a nuestros hijos en temas de alimentación, no por el peso sino por la salud. La educación de un hijo, según mi experiencia, debe de ser constante, con paciencia y con dedicación; enfocándonos en la educación no en la prohibición.
Que nuestros hijos aprendan a descubrir cómo se sienten con los alimentos que consumen es muy importante. Que sean capaces de analizar: si consumo demasiada azúcar ¿cómo me siento? ¿Qué efectos tengo? ¿Me conviene? Ayudemos a nuestros hijos a tomar decisiones conscientes que los ayuden a tomar decisiones de vida.
¿Cómo podemos ayudar?
- Invitémoslos a la cocina a jugar y a aprender.
- Que nos acompañen al supermercado a comprar frutas y verduras.
- Enseñémosles a comer comida natural (la que crece en la tierra).
- Evitemos las azúcares refinadas, especialmente el jarabe de maíz o high fructose corn syrup, la fructosa, las sodas, las bebidas energizantes y los jugos de cajita.
- Evitemos químicos y toxinas.
- Introduzcamos grasas buenas como aguacate, nueces, aceite de coco.
- Incluyamos verduras y frutas en la lonchera.
- Incluyamos pan de grano entero.
- Re enseñemos la importancia del agua a nuestros hijos.
- El consumo de frijoles de diferentes tipos es de gran ayuda.
No te olvides que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo, con paciencia y con mucho amor.
¡Empecemos paso a paso hacia una alimentación más consciente!
*Fotografías: Servicios
