REALITY MAKER
María Margarita Wever
El corazón detrás de Recursos Humanos TIGO
Al llegar a la sede de Tigo en Carretera al Salvador, muchos de sus colaboradores recorren el edificio de vidrio vestidos casual, cool and young y la saludan por su primer nombre: “¿Qué tal está, Margarita?”. El saludo viene acompañado de un abrazo.
Se respira un aire distinto en los pasillos y salas de juntas open space diseñadas para promover la inclusión de los equipos de áreas distintas. Es una empresa llena de ingenieros, tecnólogos y emprendedores que buscan desde Guatemala ser tan innovadores como las grandes empresas en Silicon Valley.
Es cierto que muchos reconocen que Tigo es una de las empresas más exitosas del país, pero no saben que la Dirección de Tigo People, cuya responsabilidad recae en la cultura organizacional, atraer y potencializar el talento de las personas, fortalecer el liderazgo, provocar alineación con la estrategia del negocio y que todos los equipos fluyan es liderada por, María Margarita Wever Carrera, una de las únicas mujeres ejecutivas “C-level” del país.
Al comenzar sus estudios universitarios, la inclinación de Margarita por los números la condujo a la carrera de ingeniería civil que desempeñó durante diez años. La experiencia dentro de un gabinete de construcción la llevó a trabajar en GUATEL como directora de Recursos Humanos, ya que, según nos cuenta, tenía “don de gentes”.
“En esa época la carrera de Recursos Humanos no existía. En Guatemala, la profesión no tiene más de 20 años de existir y se sigue fortaleciendo en los últimos años”, nos explica Margarita.
Al trabajar en GUATEL tuvo muchas oportunidades de aprendizaje, pues la empresa se estaba descentralizando y tenían que formar un departamento de Recursos Humanos sólido con todas las especialidades funcionando, como entrenamiento, puestos y salarios, además que necesitaban tener evaluaciones de desempeño, manejar el reclutamiento y otros servicios administrativos.
Mientras tanto, siguió estudiando. Esta vez, se graduó con un Postgrado en Investigación de Operaciones en la Universidad Francisco Marroquín, con Magna Cum Laude.
En ese entonces daba asesorías de recursos humanos por su cuenta y luego empezó a trabajar en Panifresh, distribuidora de productos de panadería a nivel local e internacional.
“(En Panifresh) construimos una filosofía laboral dedicada a enfocarse en la persona y sus sueños para que la unión con la empresa fuera el vehículo para realizarlos y hacer un excelente trabajo. Fue cuando dije: sí, a esto me quiero dedicar y entonces comencé a estudiar un Doctorado en Dinámica Humana y Salud Mental, y me gradué con un Suma Cum Laude”, cuenta Margarita.
La pasión por ver a las personas felices y realizadas plenamente, fue la constante que se mantuvo a lo largo de su trayectoria para dedicarse al campo de Recursos Humanos. Un bienestar que, según nos cuenta Margarita, abarca salud, éxito profesional, familia, amigos y espiritualidad. Para Margarita, estar a cargo de un departamento de Recursos Humanos implica proporcionar un ambiente de trabajo, para que la persona que quiera ser feliz lo pueda ser.
Pero para poder crear un ambiente de trabajo que reflejara esta visión, primero tendría que lograrlo en su carrera. Y no todo fue color de rosa. Margarita enfrentó desafíos profesionales—incluyendo la falta de aceptación por parte de algunos hacia el hecho que una mujer emprendiera un rol tan protagónico.
“En una reunión regional un ex jefe publicó un organigrama donde yo no era la cabeza de RR.HH y aparecía la plaza vacante. En ese momento me contó en público que buscarían a un ejecutivo al que yo le reportaría”.
Este reto es bastante común para las mujeres profesionales en Guatemala. Según el Foro Económico Mundial, Guatemala es el segundo país con brecha de género laboral más alta en Latinoamérica.[1] Al preguntarle a Margarita ¿cómo logró atravesarlo?, cuenta que fueron jornadas laborales largas, mucha lectura y mucho esfuerzo para afrontar todas las pruebas y retos. “Valió la pena cada día entregarse a ser mejor y mejor profesional. Todo el equipo subió de nivel y lo logramos, nunca me di por vencida”.
También se antepuso a circunstancias personales difíciles como el tabú de ser madre divorciada en el ambiente laboral y ser el sostén económico principal de su familia. “Para mí fue difícil al principio de mi separación”, confiesa Margarita, “vengo de una historia donde mi mamá trabajó fuerte mientras estudiábamos en el Colegio Americano, un colegio que estaba fuera de nuestra realidad económica. Yo por mi parte quise darles la oportunidad de una buena educación. Hoy todos mis hijos son unos profesionales responsables, estoy muy orgullosa de ellos y los amo con locura, nos apoyamos unos a otros, nos divertimos, y somos una familia muy unida.
Finalmente, se unió como Directora de TIGO People a finales del año 2004. En ese entonces TIGO contaba con alrededor de 500 empleados, cuatro de los cuales conformaban el Departamento de Recursos Humanos. Actualmente la empresa ha crecido a 3,900 profesionales.
Durante sus 12 años de trayectoria en dicha empresa, uno de sus mayores logros ha sido alcanzar los primeros lugares de Great Place to Work [2] de las empresas con más de 1,000 colaboradores de Centroamérica y el Caribe.
Ser una empresa con esta categoría implica que el respeto, la credibilidad en los líderes y la imparcialidad en la cultura, sean el fundamento a diario. Como directora del departamento, Margarita busca inspirar a sus trabajadores a través de acciones.
“Durante casi una década Margarita ha sido un bastión en la construcción de nuestra cultura, dirigiendo exitosamente el Departamento que vela por el desarrollo y la calidad del talento humano que conforma la gran familia Tigo”, dijo Luis Valladares Guillen, CEO de Tigo Guatemala. “Margarita tiene la firme convicción, que yo comparto al 100%, de que el bienestar de una empresa empieza por el bienestar de sus colaboradores y ha sabido aplicar todos sus conocimientos y experiencia en cada uno de los programas que hemos lanzado para buscar, encontrar y retener a las personas más talentosas de nuestro país”, añadió Valladares.
Actualmente Margarita se siente orgullosa del equipo que tiene a cargo, las describe como unas “profesionales senior a las que quiero mucho”. Han logrado generar cultura y conciencia en TIGO de que ser gerente no es lo mismo que ser líder; que ese liderazgo se trabaja con ejemplo y brindándoles las herramientas que necesitan para que su equipo confíe y crea en ellos.
Parte de ese liderazgo es enriquecerse constantemente de otras mujeres y experiencias. En mayo de este año, viajó a California a una conferencia para mujeres organizada por el Centro de Deepak Chopra donde pudo compartir con Elizabeth Gilbert la escritora célebre de “Come, Reza y Ama”. Descubrió que todas las mujeres con las que convivió esa semana tenían las mismas dudas existenciales y luchaban por obtener un balance entre sus vidas personales y profesionales.
“Juntas tenemos que buscar callar esa voz interna que nos juzga tan duro. Al final del camino todos estamos en búsqueda de ese bienestar y la paz”
[1] http://reports.weforum.org/global-gender-gap-report-2015/press-releases/
[2] http://www.greatplacetowork.com