LATINOAMÉRICA, PALPITAS EN MI

Mi corazón creció, se partió y se reconstruyó en América Latina

Por Bibi la Luz González

Nací en Guatemala y viví en Asia antes de regresar a este continente. A los nueve años, con acento de francesa, hablaba un español mezclado entre modismos guatemaltecos y peruanos. Perú, Chile y Guatemala me vieron crecer, Uruguay y Argentina vieron convertirme en una profesional rioplatense, y Brasil vino a darme una sacudida a la realidad. México y Colombia, en cambio marcaron una etapa de felicidad y autoestima para desarrollarse en el mundo entero, siempre tomando en cuenta todo lo aprendido y vivido en los países que atravesé. Es así que el siguiente relato resalta los países que marcaron mi vida, dándome camino y empuje para fundar Come Mejor Wa’ik, una organización que crea conciencia alimentaria para combatir la malnutrición.

Guatemala

Representa mi infancia, adolescencia, y juventud adulta. Me fui, regresé y me volví a ir incontables veces; creo que buscaba algo más. Hace dos años finalmente me establecí. Guatemala durante mi niñez me transporta a la compañía de mi abuelito y su pick-up Datsun. Ya de grande, descubrí maravillada la majestuosidad de Jocotán y la Comunidad Chortí por trabajo, y el viaje por las montañas de Quiché atravesando una carretera inexistente hasta Cobán con mis papás. Tuve una de las más increíbles oportunidades de entrevistar a privados de libertad y visitar un par de veces una cárcel de máxima seguridad. Guate es amistades de infancia y de grande.

Comida: atol de Elote, zapote, mango y ayotes.

Perú

Con mi poco español, al llegar a Lima desde Tokio, esta fue mi introducción nuevamente a una cultura hispana. Recuerdo muy bien la inauguración de un gimnasio como centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos; un programa liderado por mi mamá. Nos adentramos en Iquitos (Amazonas), recorrimos Machu Picchu, el imponente cañón del Colca en Arequipa, viendo igualmente los vestigios de la avalancha de Yungay. Me recuerdo atravesar Perú en carro escuchando un cassette de Madonna, Ray of Light, un regalo de mi hermana. País donde tuve mi primer novio, baile al ritmo de la música disco, y Titanic. Regresé 17 años después para encontrarme con mis amigos del colegio y de la universidad, volví a Paracas, el desierto de Ica, y la Huacachina.

Historia y Literatura: Incas, Virreinato, Tupac Amaru & Vargas Llosa.

Comida: Causa, Ají, Chicha Morada, Sushi de cebiche, helados de 3D.

Chile

Atravesamos en carro el Paso Internacional los Libertadores, alto en los Andes, cubierto de nieve entre Santiago y Mendoza (Argentina). Íbamos con mis padres y abuelita, cruzando los campos donde filmaron Siete Años en el Tibet. Otro recorrido en carro que recuerdo fue el largo camino de Santiago – La Serena, para llegar al Observatorio y hacer turismo astronómico. Una vez en barco, nos subimos al Skorpios navegamos hasta el Glaciar San Rafael, y fuimos a Puerto Montt, Coihaique, pasando también por el volcán Osorno (que me recordaba al Monte Fuji). País donde gané mi primer trofeo de golf y de las pocas “capeadas” del colegio. Chile fue entender y tocar el Palacio de la Moneda con la historia de Allende, y las diversas casas de literatura como las de Pablo Neruda.

 

Uruguay

Uruguay fue mi casa por 10 años. De los cinco años que viví allí, no había un año que no regresara. A mis 17 años, me congelé al escuchar a mi papá anunciar que nos trasladábamos a Uruguay. Mi primera reacción fue recordar el estar varados sin comida ni transporte un año nuevo en Montevideo en los noventas, hoy es una anécdota divertida. Me gradué de Licenciada en Estudios Internacionales, con una hermosa ceremonia en el Teatro Solís, enfrente de la Plaza Independencia, caracterizada por Artigas rodeado de treinta y tres palmeras. Hincha total del futbol “uruguasho”, en especial de la Celeste y fascinada por el Estadio Centenario. La rambla, la arena y color cambiante del Río de la Plata, mi primer trabajo en la OCR de las Naciones Unidas fue un sueño hecho realidad. El Este del país es destino de dunas de arena y océano atlántico hippie-chic, mezclando lujo, campings con vida silvestre (en especial lobos marinos), mientras atravesaba la planicie pampeana y ganadera del centro del país. Colonia sería como nuestra Antigua, al estilo portugués. Me enamoré allí para luego pasar los momentos más decepcionantes jamás vividos, pero donde encontré personas y el impulso necesario para resurgir más fuerte, feliz y soltera, alcanzando durante estos dos años, logros y aspiraciones, que hoy me llevan a escribir este relato. Para entender mejor: Breve Historia del Uruguay por Juan José Arteaga, Gardel, Benedetti, Torres García, la murga, el bandoneón, las ferias, la carne, el mate, los alfajores…¡Uruguay sería una nota separada!

 

Argentina

‘Mi Buenos Aires querido’ (Carlos Gardel) me recuerda al Dakar, el Mundial de Tango, el Teatro Colom, el Ateneo, Caminito, Puerto Madero, 9 de Julio, calle Florida, conciertos de Madonna y The Killers, incontables idas y venidas en Buquebus o avión entre Montevideo/Colonia y Buenos Aires, esa similitud entre los Palacios Salvo y Brolo y los locales del Partido Comunista y Pierre Cardin (ambos ‘PC’ a la par). Bariloche, Villa la Angostura (sin olvidar el Llao Llao), Ushuaia (la ciudad del fin del mundo)… y bizarro suficiente que en la Patagonia sufrí dos accidentes: uno cuando era chiquita, y la otra en otra ocasión en un viaje de 27 horas donde me caí del segundo nivel del bus para resultar la cabina de los pilotos… Mas resalto dos lugares impactantes: el Calafate (con sus glaciares en avance y la leche glaciaria), y las Cataratas de Iguazú (también Brasil). Me falta conocer el norte argentino. Una historia rioplatense que compartí con las experiencias ‘orientales’ forjó aún más esa identidad rioplatense.

Historia: José de San Martín.

 

Brasil

Mi mejor amigo fue asesinado mientras estaba viviendo en Brasil. Por lo tanto, lo bueno que resaltó de mi estadía allí fue haber mejorado mi portugués y una escapada gracias a un querido amigo a Ubatuba, una hermosa playa en el estado de Sao Paulo. Estudiaba Desarrollo Económico, mi segunda maestría, y coincidir con mi hermana para lograr despedirme de ese uruguayo. Y así es que formé un lindo grupo de amigos de la universidad. Durante los años conocí los estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro; por conocer el norte. Brasil marcó el inicio del desapego y valoración propia.

Comida: Pao de Queijo.

Entre muchos de los países que visité en América Latina, cinco sobresalen: Panamá fue mi casa de tránsito, el aeropuerto de Tocumen ya es parte de mí. En Bolivia, recibí una bella y dolorosa patata en el estómago por una vicuña que me dejó sin aire y un mareo tremendo al no haberme tomado el té de coca, trajo de igual forma Waina Potosí, una palabra que nos identifica con una amiga peruana. Belice cuenta la historia de una tormenta que se llevó nuestra carpa, para dejarnos a dormir en la intemperie en los Cayos. Ya de grande México 2015 sobresale como inspiración en la Riviera Maya (Cancún, Playa del Carmen y Tulum) al ser invitada al Foro Económico Mundial sobre América Latina forjando la serendipia y motivación con amigos que se convirtieron en familia.

 

Colombia 2016, con Bogotá, Cartagena, Barranquilla y Medellín son sinónimos del esplendor y felicidad de mi vida, recorriendo en solitario lugares bellos, reencontrándome con amigos, y vivir nuevamente sonriendo de oreja a oreja, pasándola bien, aprendiendo, y valiéndome como persona, profesional y mujer. Eso me lo dio Global Shapers. YLAI – Young Leaders of the Americas Initiative me dio la oportunidad de convivir y aprender un solo lugar, la gran diversidad de lo que es América Latina y el Caribe – desde nuestro idioma (español, portugués, francés, inglés, holandés, k’iche’, quechua, guaraní, creole) hasta proyectos conjuntos.

A mis 29 años, aprendí que los obstáculos vienen a reforzar el éxito. Qué lindo es echar una mirada hacia atrás, y sonreír satisfecha de todo lo logrado y feliz de todo lo que viene. Todo ello es una luz en la vida de una viajera con sellos latinoamericanos estampados en mente y alma.