LA ARQUITECTÓNICA VIDA DE ANAITÉ CABARRÚS DE WEVER
La luz ilumina la estancia y cientos de cristales Swarovski brillan como pequeñas estrellas. El espacio es amplio, limpio, con líneas rectas, Anaité Cabarrús de Wever lo observa y se siente satisfecha. Es arquitecta, gerente de diseño y proyectos en su propia empresa, Estudio CA, y su equipo levantó el recinto.
Las estructuras forman parte del día a día profesional y personal de Anaité, “llevamos una vida ordenada y con rutina”. La mañana inicia temprano, se marcha al gimnasio, regresa a desayunar con sus hijos, Sofía y Andrés, de 5 y 3 años, respectivamente, y su esposo.
Se va a trabajar, al medio día va por sus hijos al colegio, almuerzan y a seguir laborando. “Trato de llevar una vida equilibrada sin descuidar mi trabajo y tareas como madre y esposa.”
LOS CIMIENTOS
Estudió Arquitectura con especialización en interiores, en la Universidad del Istmo. Lo suyo es dimensionar el espacio, la visualización y la ejecución de obras. Su carrera le apasionaba y fue por más, tomó cursos de iluminación y landscaping en el TEC de Monterrey. Espera continuar con sus estudios y optar por una maestría.
Anaité se considera una persona creativa que busca soluciones, “no veo las cosas del lado negativo, al contrario, encuentro oportunidades en los retos”. Admira a mujeres que dejan huella, la aclamada Zaha Hadid, por ejemplo, la primera en ganar el máximo galardón de la arquitectura, el premio Prizker. Considerada una de las máximas referentes contemporáneas del movimiento arquitectónico mundial. Un referente más cercano es su cliente Frances de Bouscayrol que le enseñó a trabajar y luchar por lo que una quiere.
LEVANTADO
Nueve años atrás, Anaité y Esteban Aguilar, decidieron emprender. Eran amigos y compañeros de la universidad ¿por qué no iniciar una oficina de arquitectura? Se preguntaron. Decidieron tirarse al agua. Encontraron que ambos eran buenos en distintas áreas de la disciplina. Se complementaban.
Estudio CA inició en el apartamento donde Anaité vivió recién casada. Primero fueron dos, después se sumaron una diseñadora y un contador hasta llegar al equipo de 6 arquitectos, área de albañilería, carpintería, electricidad y el departamento de contabilidad que hoy conforman la iniciativa.
“Somos una empresa pequeña con grandes retos y sueños. Pero todos y cada uno de nosotros estamos comprometidos a realizar nuestro mayor esfuerzo para lograr los propios objetivos y de nuestros clientes. Tenemos el compromiso de hacer las cosas bien de principio a fin.”
ACABADOS
“Enfrentemos los problemas buscando soluciones de una forma creativa”, es el lema de su empresa. De su trabajo le gusta soñar y jugar con los espacios que el cliente le ofrece para crear. Supervisar la obra y ver materializados los planos.
El proyecto que más le enorgullece es un edificio construido en San Juan Sacatepéquez. “La dueña es una mujer humilde que empezó a trabajar y ahorrar desde pequeña para pagar sus estudios. Puso su primera tienda, vendiendo en la plaza, y hoy es la empresaria más grande del lugar.” Ha trabajado para el grupo dueño de la franquicia de Swarovski, Desigual y Jennyfer, Barons, Inglot, construyendo alrededor de 35 tiendas en Centro América. También elaboran los muebles de cosméticos para Maybelline, Loreal, Revlon y Covergirl en súper mercados y farmacias.
Tiene nuevos proyectos en mente, “entiendo que hay demanda y necesidad de vivienda en el país por lo que me gustaría poder transformar casas antiguas a un concepto nuevo y moderno, dependiendo del espacio”.
Aconseja a otras madres y emprendedoras: saber hacia donde se quiere llegar, todo se puede en esta vida; planificar el tiempo y cumplirlo; y buscar un hobby que te haga feliz.