LORENA DE GARCÍA-GALLONT, LA DEPORTISTA INNATA

“Siempre me cuestioné por qué me gustaba el ejercicio y la razón es que todos los competidores nos unimos con un mismo fin: el deporte”.

Algunos de sus recuerdos más preciados están relacionados con las montañas: desde muy joven corría o conducía una motocicleta entre sus caminos sinuosos. Tiene dos hermanas y tres hermanos, a raíz del fallecimiento de uno de ellos empezó a subir volcanes.

Lorena de García-Gallont es nutricionista y madre de cuatro hijos. Toda su vida ha sido sensible ante las necesidades de los demás, un rasgo heredado de su familia. Ha participado como voluntaria en distintas organizaciones privadas y estatales. A los 37 años corría e iba al gimnasio, una persona se le acercó y le sugirió “Lorena, si puedes correr tan bien, ¿por qué no empiezas a hacer triatlón?”. Este deporte es una carrera olímpica donde se debe nadar 1,500 metros, después pedalear 40 kilómetros y correr 10 kilómetros. En ese momento ya era madre y su hija pequeña tenía dos o tres años.

“Mi esposo siempre la apoyó con el cuidado de los niños. El día empezaba a las 4:30 los martes, jueves y sábado. Por las noches nadaba”. Por aquellos días sus hijos eran pequeños y eran su prioridad por ello debía repartir los momentos de su entreno. Cuando ellos crecieron participaban también en las iniciativas deportivas.

Petén, Jalapa, Retalhuleu, algunos de los departamentos donde compitió y su familia le acompañaba. Participó en triatlón durante ocho años, en los cuales cosechó varias medallas: por cinco años fue campeona de triatlón en Guatemala. Después decidió unirse a un equipo de ciclismo de mujeres, durante cuatro años.

Empezar de nuevo

Una de las actividades donde participó junto al equipo de ciclismo cambiaría su vida: “Fuimos a la vuelta de El Salvador a competir por Guate. Lamentablemente tuve un accidente. Me pasaron las llantas de un bus encima, hace ya diez años. Me fracturé la tibia y el peroné, mi otra pierna se inflamó mucho. Esta fue una experiencia de fe. La semana anterior había acompañado a una niña a que le amputaran el brazo para salvarse de cáncer. Dos semanas atrás, había comprado una revista donde entrevistaban a una mujer con prótesis que corría. Cuando me encontraba tirada en el suelo pensé que si la niña había aguantado la amputación y la mujer continuaba su entrenamiento, yo lo lograría. El piloto que nos acompañaba me llevó al hospital. Mi esposo, mi cuñado y un especialista llegaron al hospital y fui operada. Nadie daba cinco centavos porque yo pudiera volver a hacer algo, pero el optimismo y la fe me salvaron. Cuando salí del hospital me sentía como amarrada. Las semanas posteriores recibí visitas, una de ellas fue una amiga, su mamá y su esposo cirujano. El vio mi pierna y dijo “ahorita debes subirte un avión y operarte porque tu piel está muerta y puedes perder la pierna”. Me operaron y reposé, en el cuarto de hotel veía una pista de correr y me dije a mí misma “¡qué maravilla, voy a volver a hacer esto!”. Nunca perdí la esperanza.

Algún tiempo después realizó la competencia Ironman que consiste en nadar 4 mil metros, pedalear 180 kilómetros y correr una maratón de 2 kilómetros. Ha participado en 5: en Alemania, Lanzarote, Niza, Nueva York y Colorado. También ha hecho medio Ironman en Petén, “el más lindo”, asegura.

También ha realizado competencias de aventura en las cuales participan tres hombres y una mujer, consiste en correr o caminar entre la montaña, hacer rapel, rafting y bicicleta de montaña. Entrenaron en Guatemala y México para participar en el Desafío de los Volcanes en Argentina. Quedaron en el lugar 13 de 44 equipos (solo 20 lograron llegar a la meta). “Fueron cinco días de dormir cada dos días, tres horas en una carpa y a seguir compitiendo. Mis amigos me eligieron porque nadaba, corría, hacia bicicleta y pesas. Tenía como base el entrenamiento de triatlón y practiqué rapel y rafting en Amatitlán”.

Para prepararse también hacía un carb reloading, explica que “consiste en consumir mucho carbohidrato para tener suficiente energía al competir. En las competencias consumíamos batidos de proteína con carbohidratos, eso sí, deben tener electrolitos para nivelar sodio, potasio y estar hidratados”. Tenía que comer bien, de todos los grupos alimenticios, y sus conocimientos de nutricionista le ayudaban para hacer su propio programa alimenticio. Paralelo a esto trabajaba como voluntaria en la Secretaría de Bienestar Social, también apoyaba proyectos educativos, Jardines Infantiles de la Municipalidad, perteneció a la junta directiva de la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica y en la Confederación del Deporte.

Deportes Olímpicos

Antes de su paso por la Confederación ayudó a organizar la media maratón de Cobán. “Siempre me cuestioné por qué me gustaba el ejercicio y la razón es que no existe una división en una competencia, todos competimos con un mismo fin, todos encajamos aquí”, cree Lorena. Por ello decidió sumarse al apoyo de la Confederación, estuvo durante 4 años, donde vio cómo avanzó la organización del sistema de las federaciones: en qué gastaban su dinero, por ejemplo.

Desde hace cuatro años participa en el Comité Olímpico donde tiene un mayor contacto con los atletas y vela porque los procesos sean adecuados: Integraron el Centro de Alto Rendimiento y Ciencias Aplicadas, se ofrece apoyo psicológico, fisioterapia, se genera una ruta para neuro fit, se inauguró un centro de acondicionamiento físico entre otras iniciativas. “Si las personas creen que con correr se gana una carrera, están equivocados: se necesita una buena alimentación, preparación psicológica y acondicionamiento físico para poder rendir”.

“A nivel de Comité Olímpico tuve la oportunidad de ir a Grecia, a la Academia del deporte, para visualizar y entender el núcleo del olimpismo: fomentar el deporte y los tres valores olímpicos: amistad, respeto y excelencia. Puedes tener a muchos amigos y respetar a todos. Si haces las cosas con excelencia podrás sobresalir”. Lorena se sabe una persona con muchas oportunidades, “uno debe ver en qué puede ayudar, qué puede hacer, cómo ser útil en la vida y cómo puede apoyar para que el mundo sea un mejor lugar”.