La Niña Almendra : Born To Beat

Ser mujer según La Niña Almendra 

 

Ser mujer es tener el privilegio de ser un medio para dar vida. 

Ser mujer es poder ser sensible y vulnerable sin que eso sea una desventaja. 

Ser mujer es darme el permiso de seguir mi intuición. 

Ser mujer es saber que yo puedo decidir cuando decir no. 

Ser mujer es poder disfrutar de mi feminidad sin sentirme acosada o culpable. 

Ser mujer es tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona. 

Ser mujer es reconocer la capacidad y la fuerza que puedo tener cuando me retiro de situaciones negativas en mi vida.  

 

Ser mujer hoy para mí es tener la oportunidad y la obligación de reeducar a las nuevas generaciones del papel, de tanto mujeres y hombres, en nuestro entorno. Familiares o no familiares. Mediante nuestros actos o ejemplos. Vivimos en sociedades mixtas, aprendamos a vivir en ellas como personas antes que como mujeres u hombres.

BORN TO BEAT 

And who is she? That’s one secret she’ll never tell. 

 

Arriba, un sinnúmero de personas disfruta de algún postre, un café o alguna de las viandas que ofrecen los distintos locales en 1001 noches. Abajo, en los complicados y reducidos laberintos que resguardan las tuberías, el equipo de producción de LOOK da directrices a la próxima portada de la edición de septiembre. Una joven musical, brillante y audaz, una dj: La Niña Almendra (LNA), se desenvuelve ante la cámara con la misma fluidez con la que se desprenden los sonidos en su consola, ¿el resultado? Piezas maravillosas. 

 

La sesión terminó.  La fotógrafa selecciona las mejores tomas, y unas bancas más allá, converso  con La Niña Almendra. ¿Cuéntanos quién eres y cómo te llamas? “Nunca digo mi nombre, pero a ti te lo diré, es … (lo sentimos, prometimos no publicarlo)”. Mantenerse anónima, representada por su alter ego, es una forma de resguardar su privacidad, algo que valora. 

 

Hace mucho tiempo que las mujeres decidieron abrirse camino por sí mismas, asumieron el reto de nadar contracorriente, algunas incluso contra lo que su familia esperaba de ellas. Elegir una carrera artística es un verdadero acto de valentía y, quizá, rebeldía contra un sistema que muchas veces no es compatible con vocaciones que no corresponden a la media. Sin embargo, el deseo no hace que las cosas sucedan, es necesario ser personas de acción para lograr los objetivos más ambiciosos y los sueños más locos. A veces, incluso, es necesario marcharse de casa y no regresar para lograr tus metas, y esa es una de las enseñanzas que obtuvimos durante esta entrevista. 

Matched grip 

“Algo que la gente no sabe de mí es que soy una persona muy hogareña, me gusta estar en casa, pasar tiempo con mi familia y amigos. Soy muy reservada”, cuenta la dj que ha puesto a bailar a miles de personas en todo el país. En sus redes sociales se refleja la personalidad de una mujer que dice lo que piensa y se expresa como mejor le parece. Sí, LNA es su alter ego, pero siempre es fiel a sí misma. 

 

Vivir de la música es un reto de aquí a la China. Por eso es necesario contar con otras herramientas para enfrentarse al mundo. Y aquí viene el segundo dato que las personas desconocen de ella “tengo una carrera universitaria, soy administradora de empresas con enfoque en mercadeo y eso ha sido clave para La Niña Almendra, porque todo el branding y la imagen que hay detrás, si bien es espontánea, también resulta un producto que puede ser colocado en algún lado”. Sabe que el talento es importante, pero en estos tiempos es necesario saber cómo venderlo para tener un medio para sobrevivir. Además, es dueña de una marca de accesorios que trabaja desde 2008, uno de sus planes es activar su marca en Los Ángeles, California, ciudad a la que se mudó. 

 

¿Cómo era LNA de niña, acaso una chica traviesa o tenía una personalidad más tranquila? “No miraba mucha tele, prefería escuchar música, armar cosas o imitar el maquillaje que veía en las revistas de moda. También bailé por mucho tiempo”, cuenta. La música llegó a su vida cuando descubrió su habilidad para ejecutar la batería, “hay cierta independencia en cada extremidad”, espetó su profesor el primer día de clases. Continuaron las lecciones y así llegó a sumarse en una banda, iniciaba sus 20s. Durante el proceso desarrolló su habilidad para escuchar música y comprender cómo se estructuraba, un elemento importante que sería base para su carrera como dj. 

 

¿Tuvo alguna vez un empleo convencional? Claro, como todo el mundo, al graduarse de la universidad trabajó dos meses en un banco pero descubrió que no era lo suyo. Profesionalmente se desenvolvía en la oficina de sus padres y engavetó su deseo por crear música hasta hace cuatro años. 

De moombahtoon y otros ritmos 

Muchas personas coleccionan estampas; otras, monedas del mundo. LNA colecciona música. En su registro se almacenan cientos de géneros, por eso, compartió tracks con un amigo que acababa de comprar un controlador para mezclar.  

 

Amigo: Mirá, lo que me estás pasando me está funcionando. Tú deberías empezar a mezclar. 

LNA: No, yo ya no regreso a la música. 

 

“Y me pasó endulzando el oído durante un año hasta que dije, bueno. Fui a su estudio, me dio el controlador y el disco de instalación. Claro, fue un fracaso total a la primera pero despertó mi curiosidad y así empecé”. ¿Qué música le proporcionaba a su amigo? Moombahton, una fusión de sonidos electrónicos con el género urbano de Latinoamérica. De eso han pasado cinco años y los ritmos se han transformado. 

 

La música es un lenguaje que se escribe en su propio idioma y se descifra según quien la interpreta. Al igual que los estilos en la literatura, se traduce para distintos públicos. Algunos preferirán aquellos sonidos que transmitan paz, otros buscarán melancolía, y muchos, esperan encontrar beats que los levanten de la silla y los pongan a bailar. A LNA le gusta mezclar melodías para estos últimos. ¿Cuál es el imán que la atrae frente a la consola? “Una vez arriba (en el escenario) se me olvida todo, siento una conexión con la música. Un elemento  clave como dj es también sentir al público para realizar ese match que hará que el evento sea un éxito”. 

 

Una dj debe prepararse, tener opciones listas por si al público no le gusta el material que suena. En el transcurso de su carrera aprenderá a saber cuánta música llevar y salidas tener si no funciona lo que haces. “Es bonito pero se maneja un nivel de ansiedad, alto. Las primeras veces no llevaba suficiente música de backup pero he aprendido a tener de todo”. LNA fue dj residente de Dorada Ice durante dos años y medio, así conoció los gustos de los distintos departamentos, “el arte se encuentra en interpretar y traducir estos intereses con creatividad y no cerrarte a otros géneros”.  

 

Mezclar música es un arte, significa seleccionar canciones y conocer el punto exacto para cortar y pegar, respetando las normas de la música. Es crear un collage con piezas de distintos compositores que ofrezcan un mensaje y creen una atmósfera. A LNA le gusta crear entretenimiento, desde pequeña fue así “si cocinaba un pastel deseaba que causara impacto, me esmero en los regalos de Navidad y fechas importantes”. 

El destino está en otra parte 

“Quiero hacer música. Sabía lo básico pero después de realizar 50 toques al año, el desgaste es pesado. En el país estaba cómoda pero deseaba optar a mejores oportunidades”, LNA compara el proceso con la metamorfosis: entrar en un capullo para concentrarse en crear un nuevo producto que ofrecer para escalar en la complicada escena musical mundial. 

 

Estudia un programa de producción y composición musical en Los Ángeles, “el colegio queda dentro de un estudio, aprendes armonía, piano, grabación análoga y digital. Soy de la era análoga y me llama la atención hacer un balance entre las dos cosas. Existe una ventana de posibilidades”. 

 

A sus padres les atemorizaba no saber cómo le iría en la vida si solo se dedicaba a la música. El bienestar de su hija resultaba una de sus mayores preocupaciones, “que tus papás no estén cien por ciento de acuerdo te ayuda a tener los pies bien sembrados, porque te cuestan más las cosas. Eso ha sido clave para La Niña Almendra. No ha sido fácil a nivel emocional ir contracorriente pero he obtenido buenos resultados”. 

 

El  nivel de competencia en Estados Unidos es alto. “Hay mucha gente talentosa, debes dar el 120%. Además, existen otros retos como entender culturalmente a un nuevo público, conocer la mecánica del mercado y tener distintos frentes para hacer lo que le gusta desde otros enfoques. Las oportunidades para lo que quiero están en otro lado. A futuro me gustaría producir música”.