Andrea Pinto
Arquitecta fundadora de GARAKI
Ciudad de Guatemala
¿A qué te dedicas? Soy arquitecta fundadora de Garaki. Diseñamos espacios y objetos únicamente para el área de comercio.
¿Qué significa ser mujer para ti? Es ser multifacética, en mi caso, me gusta estar con mi esposo, familia, amigos, trabajar mucho y el deporte. También tenemos la facilidad de manejar varias cosas al mismo tiempo, tenemos sensibilidad distinta a la de los hombres aunque nos complementamos.
¿Qué significa ser chapina para ti? Es un mundo lleno de posibilidades. Me abrió muchas puertas porque en Guatemala hay mercados que están creciendo, la construcción, por ejemplo, una industria liderada por hombres; sin embargo, no fue obstáculo ser aceptada por ser mujer.
¿Qué crees que tienen las mujeres guatemaltecas que no tienen otras mujeres? Vivimos en un país lleno de diversidad. Lo menciono porque me inspiro en la cultura, cosas que suceden, colores, artesanías, mano de obra.
Nombra a una mujer que admires. Admiro muchísimo a Jessica Walsh, que está en el ámbito del diseño. Empezó a programar de forma autodidacta a los 11 años, a los 23 aplica a una empresa y a los 25 la convierten en socia de Sagmeister & Walsh. También a la arquitecta Zaha Hadid por su estilo en construcción.
¿Qué es lo que no puedes encontrar en otra parte del mundo y encuentras en Guatemala? Espacios, tenemos desde lugares fríos y montañosos hasta lugares cálidos y todos tienen su propia esencia. También la mano de obra increíble que está lista para tener un lugar en el mundo.
¿Qué querías ser cuando eras niña? Quería ser diseñadora de modas. Siempre me gustó
el diseño, siempre fui creativa y crecí en el ámbito creativo. Nadie de mi familia estudió arquitectura, pero mi papá es arquitecto frustrado y lo hace muy bien, él tuvo influencia en mí.
Nombra la mayor lección que aprendiste en tu área de trabajo. Los arquitectos somos solucionadores de problemas, en la obra me toca solucionar todos los días. Aprendo de mi equipo, confío en ellos. Aprendí que se puede seguir aprendiendo con humildad porque uno no puede hacerlo todo.
Sabiendo lo que sabes ahora ¿qué harías distinto al momento de empezar en tu carrera? Empecé gracias a una serie de momentos difíciles. Yo tomé el último examen de la universidad y lo perdí, fue duro porque siempre había obtenido premios. Tuve que renunciar a la firma de arquitectos donde trabajaba porque una de las reglas antes de volver a presentar el proyecto final era no estar trabajando. Como mencioné, mi papá es un arquitecto frustrado que se dedica al comercio y ya había hecho sus propias tiendas. Pronto iniciaría operaciones un centro comercial y él tendría nuevos comercios ahí, pero se enfermó y no podía hacerse cargo, así que asumí el reto. No tenía equipo ni experiencia en construcción y me lancé al agua. Llegaron más clientes y al final construí 7 tiendas en 3 meses. Acepté porque no sabía a lo que me metía, me escondía de mi catedrático -estaba a cargo de una obra frente a la mía-. No dormí, el equipo de trabajo renunció tres veces pero fue el trampolín para iniciar mi empresa. No haría nada distinto.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo? Ver cómo evoluciona un proyecto desde cero. Lo veo como un ser viviente que, al terminar, respira por sí mismo. No hay nada más satisfactorio que verlo terminado.