Ana Chan habla del empoderamiento y cómo dirigirse al éxito
Dicen que el nombre Ana es representación de una persona benéfica, compasiva, cariñosa y sincera. Y sin duda, cuando Ana Chan nos abrió las puertas de su oficina para conversar dejó claro ser así y, que tanto por estas cualidades como por todo el esfuerzo que hay detrás de sus triunfos, ha logrado trascender laboral y personalmente.
Ana, quien funge como Gerente de Asuntos Corporativos de Walmart de México y Centroamérica en Guatemala desde 2014, confiesa que siempre fue una soñadora y que hasta la fecha no deja de tener un plan de vida de hacia dónde quiere llegar. Es una mujer humilde y con un gran espíritu de liderazgo, que en esta ocasión comparte parte de su experiencia como profesional destacada.
El empoderamiento surge de la educación
Formar parte de un mundo en donde la mayoría de las decisiones y puestos de trabajo los toman los hombres, puede ser un poco tedioso, pero no imposible. Cada vez es más visible la presencia de las mujeres en los altos cargos de las empresas o instituciones, en donde su participación no solo es aceptada sino también considerada un aporte esencial.
Ana asegura que los retos para las mujeres en el ámbito laboral sí existen, y son latentes en un país como Guatemala. Sin embargo, “hay muchos desafíos como barreras internas que son responsabilidad nuestra, barreras en donde la aprehensión del equilibrio entre la vida personal y de trabajo nos limitan, en lugar de ver los roles como algo complementario”.
Parte de esta reflexión la liga a su experiencia. “Nunca entré en este mundo (de trabajo) intencionalmente a luchar por mis derechos y mi espacio, sino quizá lo logré por la formación que tuve, ya que crecí segura de mi misma, muy empoderada, sin miedo a decir lo que pienso, a dar una opinión. Creo que la clave está en escoger bien tus batallas”, comenta.
Ana considera que la mejor manera de obtener espacios en condiciones de igualdad es a través de la educación. Agrega que, si se está en busca de mejores oportunidades, la tarea para alcanzarlo es informarse, capacitarse, involucrarse y participar en todo aquello que se considere relevante, y que de cierta manera se quiera transformar.
Otro aspecto que destaca como necesario es la autoevaluación. “Hay que ser conscientes de las capacidades que tenemos y cómo las podemos ejercer, así como de las habilidades que no tenemos y cómo las podemos construir. Las oportunidades hoy no se te van a dar solo porque eres mujer, porque está de moda ser mujer o porque ya le toca a la mujer”, menciona.
Escoger quién te inspira y para quién ser ejemplo
La profesional menciona en primer lugar a la familia. Dentro de este núcleo es en donde toda persona, desde su niñez y durante su juventud, puede encontrar el ánimo de crecer y la motivación necesaria para alcanzar las metas; esto, asegura, sin la necesidad de incentivos materiales para reconocer esfuerzos.
Además de los amigos, conocidos y el cónyuge, Ana confiesa que “otras personas que influyen positivamente en el crecimiento de una mujer son los mentores, esas personas que siempre están ahí y te enseñan y guían a cómo hacer la cosas. Es como encontrar a personas que son como libros abiertos, de quienes puedes extraer conocimiento.”
La Gerente destaca que, así como se encuentra inspiración y apoyo en algunas personas, también hay que ser congruentes para retribuirlo a otros. En lo personal figura como ejemplo principalmente para sus hijas, y seguido para todos aquellos que la rodean, sin importar el género, la edad o las condiciones en que se conozcan.
“Abrir el camino es dejar la puerta abierta para que otras mujeres se den cuenta de que sí pueden tener oportunidades para surgir y sobresalir. Me gusta dejar una huella positiva y pensar que a través de acciones constantes y conscientes se puede llegar muy lejos, ya que, para mí, lo más importante es que mi trabajo tiene que representar una mejora para alguien”, asegura Ana.
Así mismo, reconoce que su trayectoria también sirve de ejemplo para los hombres, para sensibilizarlos, para aquellos que aún no creen en que el trabajo se puede compartir, y que tanto las competencias de ellos como las de una mujer se pueden complementar. “No estamos en la era del hombre o de la mujer, la fuerza laboral es aún más exitosa cuando es heterogénea”, puntualiza.
Tips para emprender un camino al éxito
Detrás de todo lo que Ana representa hay una persona que aún se encuentra en constante crecimiento, pero que hasta hoy ha aprendido a cómo sobrellevar las vicisitudes que se presentan mientras se escala al éxito. En resumen, comparte seis tips de cómo poder empoderarse y atreverse a llegar hacia donde se quiere estar:
- Ser consciente de lo que se quiere. Trazar metas y ver qué se necesita para cumplirlas.
- Para avanzar hay que tener claro cuáles son nuestras habilidades y limitaciones.
- Detectar y luchar contra nuestros propios temores.
- Dejar de luchar entre los mundos de mi vida personal o mi carrera. Estas barreras internas debemos romperlas nosotras mismas.
- Tener paciencia y ser proactivo en la búsqueda de oportunidades.
- No desanimarse. Vienen muchos fracasos y cuesta asumir las consecuencias.
Para Ana, una de las mejores formas de conmemorar la lucha de la mujer, en el marco internacional del Día de la Mujer, es “reflexionar acerca del entorno comprometerse a continuar con el esfuerzo de construir un espacio en donde todos tengan igualdad de oportunidades.” Así mismo anima a ayudar a empoderar a otras, a tender puentes para otras y ser mentoras de otras.