El liderazgo en la era digital
Por Alejandra Paiz
Voces Vitales de Guatemala
El acceso a las plataformas digitales es cada vez más sencillo, están al alcance de todas las personas en el mundo, pero ¿las estamos utilizando conscientemente?
Vivimos en un período en donde la información y el contenido que deseamos está a nuestro alcance desde cualquier dispositivo. Tenemos la libertad de compartir contenido por medio de las redes sociales y distintas plataformas que lo permiten; y podemos crear mensajes que lleguen al círculo social en donde nos movemos y con esto generar interacción con ellos o simplemente lograr tener un alcance que impacte la mente de más usuarios digitales.
La era digital ha facilitado la generación de contenido, y éste puede ser personalizado al gusto de cada usuario para crear su propia identidad digital. Gracias a esta libertad se puede elegir qué transmitir y qué ver.
Plataformas interactivas populares como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube permiten ver y generar contenido que influye directamente en la sociedad en la que nos desarrollamos. Además, acortan distancias entre una persona y otra haciendo del espectro digital un mundo unido que produce información al instante y que es utilizada por millones de personas.
Construir y promover valores
Hoy somos parte de una sociedad donde el tiempo es un elemento escaso, lo cual nos ha vuelto casi dependientes de la información que se genera en cualquier canal que visitamos. Noticias, trending topics, hashtags, Instagram stories, influencers, micro influencers, políticos, reporteros y marcas generan cantidades industriales de información que nos puede llevar a perdernos de lo más importante en un país: construir valores sólidos como ciudadanos.
Hablar sobre liderazgo dentro de esta era digital nos lleva a hablar de la responsabilidad que tenemos sobre cada contenido que generamos, ambos valores van de la mano. Debemos de tomar en consideración que todos somos líderes de opinión sin importar la cantidad de seguidores que tengamos y que influimos en cada uno de ellos de cierta manera. En este mundo virtual, estamos propensos a recibir mensajes que pueden perder lazos humanos, por lo que nosotros tenemos la oportunidad de impactar de una manera positiva y hacer la diferencia.
¿Estamos siendo responsables con el contenido que generamos? Es una pregunta que nos deberíamos de hacer todos, ya que cada usuario deja la famosa ‘huella digital’. Tenemos que ser conscientes que todo lo que compartimos o comentamos en plataformas digitales, ya sea generado por otros usuarios o por nosotros mismos, nos representa y es un reflejo de lo que creemos, nuestros valores y lo que queremos transmitir.
Sí, debemos estar informados de lo que ocurre, pero siempre confirmar las fuentes del contenido que consumimos. ¿Por qué? Porque al momento de desinformar a nuestros seguidores generamos reacciones que podrían tener impacto negativo, por ende es importante revisar que esa información sea confiable, relevante, actual y verdadera.
Transformación positiva y benéfica
Debemos procurar no perder el contacto humano en nuestras interacciones en redes sociales, por ejemplo: compartamos aprendizaje, busquemos construir objetivos comunes como sociedad, motivemos cambios en salud, promovamos la colaboración entre personas para que toda esta influencia positiva nos prometa un futuro próspero y sobre todo de unión. Abramos oportunidades para cerrar brechas en países como Guatemala, en donde la desnutrición, salud y educación pueden encontrar aliados por medio de plataformas tecnológicas que pueden brindar soluciones a escala.
Todas las personas somos parte de la era digital, unos con mayor protagonismo que otros, ya sea únicamente leyendo, compartiendo y/o generando contenido, interactuando con contenidos de terceros etc. Tenemos la responsabilidad y el control como ciudadanos de lo que genera impacto, ya sea a través de lo que nos influencia o de lo que publicamos para influenciar a una sociedad inmersa de información.
Con estas acciones y siendo conscientes de nuestros actos, de seguro podemos llegar a generar cambios y hábitos positivos en muchas personas, y para esto dos cosas que deben ser imprescindibles en los mensajes que compartimos son: la coherencia y la transparencia. Nuestro objetivo debería ir dirigido a que el contenido difundido no solo se quede en la nube del mundo digital, sino que se conviertan en llamados de atención que generen reacciones y acciones reales.
