Creatividad.
De creativo e -idad.
- Facultad de crear.
- Capacidad de creación
– Real Academia Española.
Algunos la definen como la capacidad de solucionar problemas, otros como la herramienta para transformar y otros como la fuerza interna que nos permite crear. Sin embargo, no queremos establecer un concepto, pues lo que hagas con ella cabe en lo infinito, te adentra a un mundo lleno de posibilidades.
Una vez que se reconoce la creatividad y se determina utilizarla todo puede ocurrir, hasta aquello que alguna vez se consideró utópico e inalcanzable. Este es el verdadero poder que tiene, el guiarte hacia un nuevo espacio para obtener otra perspectiva de que todo lo que te propones lo puedes crear.
Constantemente nos topamos con la idea de generar ‘nuevas ideas’, cuando basta con desarrollar un corolario de ideas antiguas, de innovar, de dar un giro que nadie más se atreve a experimentar. Los más grandes inventos, las más impresionantes teorías, los distintos estilos de pintura, todo ha surgido del proceso de transformar algo ya existente.
La unicidad que nos distingue
La imaginación, desde que comienza a funcionar cuando somos pequeños, crea mundos, posibilidades, criaturas y escenarios fantásticos que se desvanecen cuando dormimos la creatividad. Por esto hay que estimularla de alguna manera con los años, y sobre todo debemos perder el miedo a intentar.
Con frecuencia, si manifestamos nuestras ideas, proponemos e inventamos una y otra vez, podremos ser tildados de locos, rebeldes y raros, pero algo nos ha demostrado la historia, y es que estos personajes únicos e incomprendidos son los que han cambiado el rumbo de la humanidad.
Una vez que te convences de que ya estás cambiando el mundo, otros lo comienzan a ver desde ese punto de vista. Debemos de asegurarnos de no perder esa capacidad de confianza en nosotros mismos, así como la de atreverse, asombrarse, cuestionar lo que nos rodea, apreciar detalles de la cotidianidad y explayar nuestra genialidad.
