Lazos Inquebrantables en los Negocios: El Poder de las Hermanas Detrás de Tía Mía y Mayoral

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Por años, las boutiques Tía Mía han sido el destino por excelencia en Guatemala para vestir a los pequeños con la más fina moda infantil española. Pero detrás del éxito de estas tiendas emblemáticas, se esconde una historia cautivadora de empoderamiento femenino, lazos familiares irrompibles y la valentía de tres hermanas para hacer realidad su sueño empresarial juntas.

Ana Lucía, Gabriela y Adriana Castañeda conforman el trío dinámico detrás de Tía Mía y la recientemente adquirida franquicia Mayoral para Guatemala. Una artista con ojo para el diseño, una apasionada del deporte y los números, y una abogada con mente empresarial; las fortalezas individuales de cada hermana han sido fundamentales para complementarse en esta aventura.

El rol de las mujeres en los negocios, especialmente en los negocios familiares, ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Las hermanas Castañeda representan un ejemplo inspirador de cómo las mujeres pueden liderar exitosamente una empresa familiar, desafiando estereotipos y equilibrando múltiples roles. Su historia es un testimonio del empoderamiento femenino en el mundo empresarial y cómo la colaboración entre hermanas puede crear un negocio próspero y duradero.

La mediana de las tres, Ana Lucía, se define a sí misma como “la parte artística”. Arquitecta paisajista de profesión, su gusto por el diseño, los colores y las tendencias ha sido clave para las propuestas estéticas de Tía Mía y Mayoral. Nos cuenta que tiene el ojo para elegir cada una de las prendas que venden.

Pero más que una empresaria visionaria, Ana Lucía es una mujer que anhela balancear sus múltiples facetas. Fracciona sus días para dedicarse a diferentes cosas como su profesión, su familia y sus hijos. Para ella, realmente son los pilares de su vida.

Por su parte, Gabriela, la mayor de las hermanas, aporta la mente numérica y perspectiva financiera tan vital para un negocio sólido. Aunque ama los retos deportivos y la naturaleza, su mayor motivación recae en su hogar. Son su familia, sus hijos y su esposo quienes se convierten en su prioridad. El emprender con sus hermanas ha sido una bendición para lograr esto.

Gabriela personifica el delicado equilibrio que las hermanas han tenido que encontrar entre la vida laboral y personal. Proveniente de una carrera corporativa antes de fundar Tía Mía, hoy valora la flexibilidad de tener algo propio que se va creando y que llena.

Completando el triunvirato se encuentra Adriana, la voz legal y organizacional detrás de las marcas. Se describe como “la humanística” porque es abogada, atiende la administración de las empresas y el recurso humano, asegurándose de que estén en norma y excediendo los lineamientos de cumplimiento. Es madre de dos pequeños y asesora legal de una empresa familiar de retail de electrónicos, donde tiene importantes obligaciones corporativas.

A pesar de su trabajo de tiempo completo, Adriana ha sabido darle un giro creativo a su carrera profesional gracias a Tía Mía y Mayoral. Este negocio le permite seguir desarrollándose en lo laboral, pero con la flexibilidad para atender el proyecto con sus hermanas. Entre todas sus responsabilidades, Adriana enfatiza que su esposo e hijos son su prioridad y la razón por la que se esfuerza en todo lo que hace. Para ella, su familia es el motor que impulsa su dedicación tanto en su carrera corporativa como en el emprendimiento familiar.

Las hermanas Castañeda atribuyen gran parte de su espíritu emprendedor a la influencia de su padre. Desde muy pequeñas, él les inculcó el gusto por las ventas y les enseñó a ser comerciantes. Este ejemplo paterno sembró las semillas de lo que más tarde se convertiría en su propio emprendimiento familiar.

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