LAS NIÑAS DE HOY, NUESTRAS MUJERES DEL FUTURO

 dentro de Cultura

CRIANDO A NUESTRA PRÓXIMA GENERACIÓN DE MUJERES 

Por: Gabriela Camacho

Desde niñas, muchas mujeres soñamos con ser madres. Añoramos ser como nuestras mamás pero, hasta que somos madres y tenemos a una pequeñita en nuestros brazos, nos damos cuenta del gran miedo que nos provoca equivocarnos en su crianza. Mil preguntas empiezan a invadir nuestra mente, ¿Cuál es la forma correcta? ¿Cómo enseñarle a ser feliz? ¿Cómo ayudarla a que se sienta plena en su vida? ¿Hay alguna receta para hacerlo bien?

Como muchas saben, Dios me regaló una princesa como mi primera bebé y desde el primer día que la sostuve en mis brazos no hay momento en el que no piense que tengo su vida en mis manos y que es una responsabilidad enorme el guiarla y criarla como una mujer de bien.

Leer libros, blogs y artículos de cómo criar niñas nunca parece ser suficiente y muchas veces quedamos con más preguntas que respuestas, pues lo que allí nos aconsejan, tal vez no nos hace sentido. La receta de cómo criar niñas felices, con criterio, seguras de sí mismas y preparadas para alcanzar lo que quieren en la vida, simplemente no existe.

Al pasar del tiempo he evaluado lo que significa la feminidad, el ser mujer. En mi opinión, el secreto para formar mujeres integras no esta en volverlas fuertes, bonitas o perfectas. El secreto está en realzar sus características únicas, integrándolas con esa sola cualidad que las asemeja a las demás: ser mujer.

He sido testigo de cómo la sociedad estereotipa a los diferentes tipos de niña que hay y cómo las personas creen saber el futuro de la belleza de la mujer. La cruda realidad es que todos menosprecian a las niñas “fuera de lo estándar”.

Yo crecí en un colegio de mujeres, por lo tanto para mí es natural relacionarme con otras mujeres. El hecho de estudiar únicamente con mujeres me hizo caer en cierto estereotipo de mujer. Esto, en algún momento, me hizo pensar que mi forma de ser y mi naturaleza era distinta e incluso errada. Cuando fui creciendo me di cuenta que la belleza y valor como persona no la define ningún estereotipo. Uno es quien es y punto.

No importa si eres “femenina”, un poco más arreglada o deportista, si te gusta el estilo algo andrógino o dark. Al final de cuentas, todos los prejuicios son superficiales. Nuestra belleza está en ser mujeres, en nuestra personalidad, en nuestros talentos, en poder dar vida y en muchísimas otras cualidades que nos hacen ser quien somos.

No apoyemos el seguir con esta división entre mujeres. Aprendamos a respetar y a celebrar la forma de ser de cada quien. Cada persona tiene un camino distinto en esta vida y sus decisiones deben ser respetadas.

A mí, el ser “femenina”, el que me gustara arreglarme y las características comunes del ser mujer, me llevó a un negocio que adoro. A través de él, he aprendido muchísimo y he tenido la oportunidad de conocer mujeres fantásticas, inteligentes, llenas de sueños y que luchan por alcanzar sus metas. Algo que he notado que todas estas mujeres comparten, es que son seguras de sí mismas y apasionadas por lo que hacen.

Lo que quiero lograr a través de este artículo es estimular a todas las mamás a pensar y a reflexionar acerca de cómo educamos a nuestras hijas, a las niñas de hoy. Ellas son las mamás del futuro y si nosotras, desde ya, les enseñamos a apreciar la diversidad y la importancia de la unión y el respeto entre mujeres, tendremos una mejor sociedad.

Las niñas de hoy son parte de la nueva generación de mujeres que revolucionarán la historia del ser humano. Aprendamos a respetar sus diferencias, apreciando su feminidad. Ellas son quienes están destinadas a dar vida y a transmitir su conocimiento generación por generación.

Mi visión de las mujeres del futuro…

Ellas pelearan en contra de la guerra, buscarán la paz y la justicia. Apoyan y velaron por la madre naturaleza, serán ellas quienes mas la respeten y la quieran. Ellas no solo entenderán sino desde ya entienden que tienen el potencial de dar vida, por lo tanto respetan a todo lo que es y puede ser vida. Ellas reconocen que todos somos parte de un ritmo que nace, crece y muere. Reconocer esto es aceptar que la muerte es parte de la vida. Ellas entienden que un adiós siempre da pie a un nuevo comienzo.

Enseñémosles sobre la tierra, la luna y las estrellas para que siempre tengan presente lo que significa ser parte de este mundo. Enseñémosles a estar en armonía con la naturaleza, a respetar a todos los seres vivos. Enseñémosles a estar en armonía con ellas mismas, para que aprendan a expresarse por sí mismas y sean responsables de sus decisiones de vida. Enseñémosles a ser fuertes, a que olviden los tabúes y rompan los esquemas. Ayudémoslas a descubrir quienes son ellas en realidad. No las juzguemos por querer ser una princesa o una deportista. No las dividamos. No les enseñemos a menospreciar a otras mujeres.

Enseñémosle lo que ella es capaz de hacer y construir. Enseñémosle que ella es quien da vida y su misión en esta tierra está en celebrar y disfrutar con responsabilidad su vida, su familia y su entorno.


Fotografía: Marcela Polo – Tales of the Universe


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