Thelma Aldana
Thelma Aldana
Una mujer excepcional que no teme hacer temblar a las instituciones y cambiar radicalmente los sistemas corruptos en la búsqueda de justicia y una mejor Guatemala. Thelma Aldana es un nombre que hoy en día todos los guatemaltecos y guatemaltecas conocemos. El despertar que vivimos el día de hoy se debe, en gran parte, al trabajo realizado por la Fiscal General. La trayectoria profesional de Thelma Aldana es admirable e inspiradora.
“Siendo aún estudiante de magisterio yo tenía claro que lo que quería era ser abogada. Estando en el colegio, conseguí libros y apuntes de estudiantes de derecho para poder empezar a leerlos en mi tiempo libre. Me gradué como maestra y durante mis vacaciones me dediqué a estudiar derecho. Leí los apuntes y libros que había conseguido y para el comienzo del primer semestre yo ya me había aprendido todo lo que era parte de introducción al derecho. Mi meta era llegar a tribunales y estaba consciente que para eso iba a tener que estudiar y esforzarme bastante y lo logré”.
Su trayectoria profesional comenzó siendo conserje del Juzgado Tercero de Familia de Xela. Su cargo consistía en hacer la limpieza y coser el lomo de todos los procesos judiciales. En ese entonces, los procesos se cosían con aguja especial e hilo de cáñamo. Al finalizar tenía la oportunidad de leer todos los documentos.
Su perseverancia y dedicación la llevaron a ir creciendo y ocupando distintos puestos dentro del organismo judicial, hasta llegar a ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia y convertirse en la primera mujer en ocupar esta posición, la cual nunca pensó llegar a obtener, particularmente porque en ese entonces doce de los trece magistrados eran hombres; siendo ella la única mujer.
Sin embargo, ir ascendiendo no fue fácil. “Existieron situaciones y momentos en donde no veía la posibilidad de seguir avanzando lo que me llevó a renunciar dos veces. Pero siempre regresé”.
Al momento de llegar a ser Magistrada de la Corte de Apelaciones, Thelma decidió que era momento de continuar sus estudios para poder llegar preparada a la Corte Suprema, por lo que sacó dos maestrías. La primera fue en Derecho Civil y la segunda fue en Derecho de las Mujeres, Género y Acceso a la Justicia.
“Pensé que la Presidencia iba a ser el fin de mi carrera judicial, ya que no había más puestos a cuales optar después de éste. Sin embargo, al ver la convocatoria para Fiscal General, decidí que no era el fin de mi carrera profesional; tomé un reto más y heme aquí”.
Ser Fiscal General le permite trabajar en el futuro que ella quiere para Guatemala, “yo sueño con una Guatemala feliz, próspera, donde mis hijos y los hijos de todos los guatemaltecos tengan un espacio y gocen de condiciones de igualdad”. Pero por el otro lado, ha descubierto situaciones como el Caso la Línea, que la han dejado altamente decepcionada.
Todos conocemos únicamente el lado profesional de Thelma, ya que además de ser Fiscal General, también es docente de la Universidad de San Carlos para los posgrados de Derecho. Para Thelma el ser madre es lo más importante, y querer dar el 100% de su tiempo y atención a su familia al igual que a su trabajo ha sido el reto más grande. “Me costó entender que con mi hijo y mi hija es calidad de tiempo y no cantidad lo que vale, pero lo logré aprender”.
Eventualmente, llegará el día en que Thelma deberá entregar la fiscalía. Sin embargo, éste no será el fin de su trayectoria profesional, ya que afirma que se dedicará a la docencia, para poder seguir aportando a que se construya la Guatemala con la que ella y muchos soñamos.
Redacción: Lourdes Galindo Asensio y Cecilia Amador
Fotografía: Emmanuel García
Accesorios: Alessa Designs
Maquillaje: Mónica Niederheitmann / Makeup provided by MAC Cosmetics
Peinado: Eddy Uker
Locación: Museo de Arte Moderno “Carlos Mérida”
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