PATERNAL LEAVE: ¿Cual es el beneficio?
Alrededor del mundo se ha visto el impacto positivo que tiene en los niños el convivir constantemente con su padre en los primeros años de vida. Una de las principales problemáticas por lo que esto no sucede es debido a que las empresas y las legislaciones de cada país únicamente velan por la maternidad y dejan por un lado el papel del padre en el desarrollo de los primeros meses de vida del bebé, así como también el fortalecimiento de los lazos familiares y, según algunos estudios, la reducción de los índices de mortandad infantil, así como también el incremento en la economía de una mujer que puede regresar al trabajo.
La licencia de paternidad se define es concedida por el patrono para que el padre que acaba de tener un bebé pueda ausentarse por un período determinado con goce de sueldo. En algunos países es decisión de la empresa si se le paga o no durante el tiempo de ausencia, pero generalmente sí reciben cierta remuneración. También depende de la empresa si se les exige cierto trabajo desde casa o si tienen la posibilidad de ausentarse sin preocuparse del trabajo que tienen que realizar.
A lo largo de la historia, el cuidado de los niños nunca había sido atribuido a las responsabilidades del padre pero en la mayoría de países de Escandinavia, (Suecia, Noruega, Dinamarca), se ha propuesto un nuevo patrón de paternidad. Según los psicólogos esta reinvención del rol de los papás es positiva ya que dentro de los muchos beneficios, hace que los niños sean más seguros, aumente su autoestima y comprender su lugar en la sociedad.
La relación de un padre con su hijos se fundamenta en el contacto constante, lo cual no es posible si el papá automáticamente luego del parto debe regresar a la rutina del trabajo. Desde aprender a cambiar los pañales, darle de comer, acostarlo a dormir, bañarlo hasta ayudar a la madre que está en una fase post parto; la figura paterna es de suma importancia.
El tener una relación padre-hijo le abre la mente a los niños para descubrir que hay un mundo más allá de la madre y muestra otra versión de la vida. El asumir un rol activo como padre implica un compromiso que debe ser constante y si están presentes en la vida y desarrollo del bebé, tendrá beneficios para ambos.
De acuerdo con UN Women, en el 2015 sólo el 49% de los países han adoptado leyes que permitan una licencia por paternidad luego del nacimiento de un bebé. Esto indica que aún existen países, especialmente en África y Asia, donde el papá únicamente es una fuente de ingresos pero no se les da el tiempo para gozarse e involucrarse en la crianza de su hijo.
En el siguiente mapa se puede evidenciar cómo solo algunos países toman en cuenta la importancia de un período para que el papá viva y afiance su relación con su hijo. Desde países como Noruega donde se les dan 112 días, Islandia 90 días, Estados Unidos 84 días y países asiáticos donde esta alternativa no existe.
En Guatemala, en el Código de Trabajo (artículo 61) inciso ñ, se indica que por obligación del patrono el padre puede ausentarse por dos días con goce de suelo, al momento de nacer un hijo. En ninguna otra ley se permite una licencia superior a dos días pues en un país como Guatemala este tipo de ausencias implicaría una pérdida económica para la empresa. El sistema de patriarcado es otro factor que no ha permitido que la licencia de paternidad sea más extenso en los países latinoamericanos.
La creencia de que la encargada de criar e involucrarse en el cuidado del bebé es únicamente la mamá, fundamenta la razón por la que a los hombres no se les de una licencia pagada para pasar tiempo con su hijo. No son vacaciones pagadas ni un tiempo para trabajar desde casa sino completamente gozarse los avances y cambios que el recién nacido va teniendo día con día.
Si la licencia fuera más extensa además se estaría apostando por un elemento más igualitario en materia de género pues es responsabilidad de ambos padres cuidar y proteger al nuevo bebé. Si al padre no se le da la oportunidad de convivir los primeros días de vida, estará siendo forzado a entrar dentro del molde clásico del hombre como proveedor de dinero y recursos, pero no involucrado en la casa.
Es verdaderamente un reto a nivel de estereotipos y legislación puesto que muchos países aún no están preparados para asumir el papel que por siglos ha sido asignados únicamente para mujeres, sin atender a la necesidad más allá del estereotipo: una vida familiar e infantil integral que procure el beneficio del desarrollo de las futuras generaciones para un mejor desempeño social.