The New Cut – Guillermo Jop
Guillermo Jop es un nombre que resuena a nivel internacional y que ha vestido a grandes celebridades de la talla de Kristen Stewart, Sofía Vergara y Kelly Osbourne. Su trayectoria se ha marcado por la experiencia y la perseverancia, además del conocimiento del diseñador para posicionar su marca a nivel global. Sus ventas recorren desde Estados Unidos hasta Australia, y su sello distintivo en la creatividad de patronaje hacen de esta casa de diseño, GUiSHEM, una de las más exitosas.
Desde niño, su inclinación por los textiles comenzó creciendo en la fábrica familiar Nylontex, en la Aguilar Batres, “de pequeño, casi no tenía vacaciones, mis abuelos y mis papás eran del pensamiento que debíamos trabajar y aprender. Me recuerdo que una de nuestras entretenciones con mis primos era saltar en una máquina que succiona la fibra y el reto era no caernos sobre eso” nos cuenta.
“A los 15 o 16 años quise estudiar diseño de modas. En ese tiempo, 1996, moda no era considerada una “carrera” como tal aquí en Guatemala. Me gradué a los 17 y mis papás me dijeron que no me
iba a Europa a estudiar. Tenía que considerar mis opciones,” nos cuenta “ y ya que teníamos la fábrica de textiles, me decidí por un título en administración textil en North Carolina State University, ya que siempre había sido mi segunda opción”.
Al graduarse, Guillermo continuó con el deseo de estudiar diseño de modas en Europa y fue entonces cuando se le dio la oportunidad de hacerlo. Es así como entra a Polimoda en Florencia, Italia.
“En la universidad, el consejo que nos daban era: meterse a concursos y actividades. Me gustó mucho, y eso también me ayudó a demostrarle a mis papás que sí tenía madera para la moda. Concurso al que me metía, importante o no, ganaba.
La competencia era muy fuerte, los italianos son duros. En ocasiones salían vestidos cortados, los míos no, porque yo terminaba todo y me lo llevaba de vuelta al apartamento”. Así fue marcando su determinación por lograr posicionar su nombre como uno de los mejores diseñadores, sin desistir. “Siempre estuve dentro de los primeros lugares. Uno de los concursos más importantes fue para una revista de tendencias y nos pusieron a concursar a nivel Italia y una de mis ilustraciones concursó. Lo más gracioso fue que hice una nítida, con sombras y detalles. A último momento ya no quise sacar esa, así que hice un sketch en 5 minutos con marcador. Los jueces estaban buscando una forma diferente de hacer sketches, y ese ganó”.
Dentro de los concursos más importantes en los que participó en ese tiempo fue La Perla. Fue a nivel Italia y a cada concursante se le asignó diseñar un capsule collection. La línea se produjo y se vendió en las tiendas, a través de esto se comenzó a involucrar y a comunicar dentro de la industria. Así llegó a otro de los concursos que marcaron su trayectoria: Mercedes Benz y Vogue Latin American Fashion Show en 2005, en el cual recibió el premio como mejor diseñador regional de Latinoamérica, dentro de un grupo de diseñadores entre República Dominicana, Costa Rica, Sudamérica, México y Guatemala.
“Fue una de las puertas que se me abrió, porque todos apostaban porque iba a ganar otro diseñador de Nueva York. Ni me volteaban a ver. La final fue en Miami y se presentó el show en el J.W. Marriott con jueces como la Fashion Editor de Vogue de esa época y otros diseñadores más establecidos. Al día siguiente se presentó un show en Fisher Island y a raíz de eso la editora de Vogue Latinoamérica me dio una carta de recomendación para aplicar a la universidad Central Saint Martins en Londres”.
Al graduarse de Central Saint Martins, durante un mes y medio aplicó a todas las casas de moda a las que soñaba con entrar a trabajar. Fue entonces cuando le respondieron de Zac Posen con un internship en Nueva York. “Al mes de estar trabajando se abrió una plaza y me ascendieron de puesto como Evening Wear Designer. Allí tuve la oportunidad de cambiar la imagen de los vestidos gown, con mucha tela y grandes colas. Aún sigo yendo a ferias en los que algunos me dicen que mis vestidos se parecen a Zac Posen, pero es porque yo fui de los que ayudó a cambiar ese tipo de vestidos”.
Su aporte a la marca no solamente se dio con los vestidos de noche y de novia, sino también dentro de vestidos seamless (sin costura) y Guillermo contaba con la experiencia de su familia, ya que en la fábrica tenían las máquinas seamless y fue él quien enseñó a la marca cómo hacerlo. “La inspiración la puso otra colega mía, eran esos amarres de tipo japonés. Ellos lo hacían con patrones y yo le enseñé cómo hacer la técnica”. Trabajó en la casa e diseño por 6 meses durante la temporada Fall-Winter y Resort. “La experiencia fue invaluable. Si yo hubiera entrado a trabajar a una gran casa de moda, tal vez me hubiera asustado y entonces no habría sacado el ánimo para lanzar mi propia línea. Zac Posen es una compañía pequeña”.
En cuanto a la razón por la cual decidió diseñar para mujeres nos cuenta, “siempre quise diseñar para mí, pero cambié el switch y a pesar que me dijeron que tenía talento para diseñar para hombres, decidí poner todas mis fuerzas a diseñar para mujeres”.
Su estilo de diseño fue evolucionando. En sus inicios sus influencias fueron románticas, inspirados en diseños de los grandes creativos como John Galliano para Dior, “el patronaje es algo que siempre me ha gustado, la habilidad que tengo para hacer patrones es algo que pocos tienen. Hasta en Nueva York la gente me lo dice. Yo veo un vestido y ya sé como se hace. Tengo la perspectiva 3D, como hacer los cortes y demás”. Aunque Guillermo tiene ese talento y habilidad por el patronaje, decidió quedarse en el área de diseño, aún así no deja a un lado sus raíces, “algo importante en la carrera de diseño era fusionar técnicas y crear un estilo propio. Yo quise fusionar el spiral cut, y modificar el típico. Me planteé unir dos spiral cuts e ir haciendo más formas. Esto fue lo que me llevó de lo romántico a lo edgy”.
Su talento fue captando la atención de grandes casas de diseño, como Dior quien utilizó el patronaje que él había creado en su tesis, que utilizaría luego Charlize Theron en el Festival de Cannes del 2004, un vestido aqua con open front cascade largo, lo que sirvió de inspiración para crear el vestido insignia de su próxima colección Súper héroes.
“Yo empecé a entender que las películas de súper héroes en el 2009 fueron un boom, y fue algo que me inspiró muchísimo en esa época. Desde que empecé la carrera nos dijeron que hiciéramos nuestro propio sello y desarrollarlo en nuestros diseños, para que el público nos identifique. Algo que no necesiten ver la etiqueta para saber quién es el diseñador. Al utilizar los súper héroes como inspiración y mi sello, cualquiera sabe cual es un GUiSHEM”.
Dentro de esta línea de inspiración y diseño en base a películas, Guillermo esta vez decidió tomar como fuente la película de Tron para crear su colección Spring- Summer 2011. Esta colección captó la atención de una de las actrices más relevantes de Hollywood: Kristen Stewart, quién utilizó dos vestidos, uno en los premios MTV y el otro para la portada de la revista Glamour.
Al regresar a Guatemala, la escena de la moda apenas estaba dando el espacio para que GUiSHEM fuera una de las primeras marcas de vanguardia que fue abriendo la brecha y marcando el camino de la nueva industria. “Hice el primer fashion show en el Domo de la zona 13, mucho antes que Saúl montara esas grandes pasarelas. Me quitó muchísimo tiempo porque fue una logística impresionante. Había que sacar permisos, sacar los planos para la CONRED, pagar derechos de modelo, etc. Fue un desfile patrocinado por Claro y la Asociación de Cultura y Deporte y pudimos recaudar muchísimos fondos para dos asociaciones”.
Uno de los aportes más grandes de la marca GUiSHEM para la moda guatemalteca ha sido educar a la clientela a comprar nacional. “Nos gusta promocionar el comprar ropa aquí en Guatemala. Ya no tienen que viajar para comprar algo importante, gastar en los costos de viaje, etc. Tenemos todo para poder vestir aquí”. Su marca no se ha limitado únicamente a vestidos, sino ahora se ha expandido a esmaltes para uñas, “Dios me dijo lo de los esmaltes, lo soñé. No contraté a ninguna compañía de diseño, nosotros hicimos la imagen, el frasco, todo. La editora de Allure ha dado muy buenos comentarios sobre la marca”.
La visión estética de un diseñador como Guillermo Jop va más allá de un estereotipo, “mi clienta debe ser segura de sí misma para poder lucir el vestido. No tiene que ser una talla cero. Nosotros cubrimos todos los tipos de cuerpos, lo que nos interesa es tallar bien a la clienta para que ella pueda lucirse y sentirse cómoda en el vestido, verse espectacular. Nosotros podemos estilizar el cuerpo desde una talla pequeña, hasta alguien con una talla más grande”.
La casa de diseño GUiSHEM seguirá creciendo con cada colección que crea de la mano de su director creativo, y continuará abriendo el camino para todos los diseñadores que desean dedicarse a la alta costura.
