Insight: Mientras me caso
Mientras me caso
Un análisis acerca de la fuerza laboral femenina en Guatemala
La participación femenina en la fuerza laboral es superior al 50% y ha aumentado significativamente desde 1990, con tasas de crecimiento anual cercanas al 1% (Banco Interamericano de Desarrollo). Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) del 2006 los empleos en el ámbito privado, principalmente los desempeñan mujeres.
En el pasado, el valor de una mujer se medía en base a sus facultades de esposa y madre. El lugar estaba relegado al hogar y depender económicamente de su esposo. Aunque esta idea suene pasada de moda o demasiado cliché, la realidad es que en algunos países latinoamericanos como Guatemala, se puede encontrar que entre más alto el nivel socio económico, más probable es que una mujer se dedique a sus hobbies, viajes y vida de ocio una vez casada, en vez de dedicarse a una vida profesional.
Sin embargo, aunque dicha costumbre aún no se pierde entre las familias guatemaltecas, es imposible negar que una de las fuerzas económicas del país, cada vez más importantes dentro de nuestra sociedad, son las mujeres. El significado de “mientras me caso” ha cobrado un nuevo rumbo, ahora sin ser un opción de renunciar a su independencia económica por contraer matrimonio.
Mientras que en el resto del mundo, los estudios indican que las mujeres millennials son cada vez más propensas a no contraer matrimonio y dedicarse a sus profesiones; el caso de Guatemala pinta de diferente manera, ya que casarse implica una alianza de mutuo apoyo emocional y financiero que lleva a las parejas a cumplir sus metas profesionales, así como viajes, experiencias de vida, emprendimientos empresariales, etc.
Una gran mayoría de mujeres profesionales que se gradúan de la universidad, estudian una maestría, ya sea en Guatemala o en el extranjero, y luego de contraer matrimonio continúan ejerciendo su profesión. Incluso en su gran mayoría, se abstienen de tener hijos los primeros cinco años de su matrimonio para finalizar el cumplimiento de metas, carreras y viajes.
Existen muchos factores ligados a la fuerza de trabajo femenina, desde cubrir sus gastos, crecer como profesionales, estudiar en la universidad, destacarse en puestos empresariales altos para aspirar a salarios mejor pagados; hasta la responsabilidad de una familia. Según el INE “La comparación de los ingresos laborales obtenidos por los trabajadores asalariados y por los independientes, según sexo, revela que los hombres siempre obtienen ingresos promedio superiores.
En tanto que, dentro de las mujeres, las asalariadas del dominio urbano metropolitano son las que obtienen los niveles de ingresos promedio más altos y las trabajadoras independientes del dominio rural nacional, las que presentan los más bajos”. En Guatemala, un año de carrera profesional en una Universidad de prestigio, se gasta un promedio de Q96,000 anuales, basándose en una carrera de 5 años, se invierte un total de: Q 480,000 al finalizar; más gastos de graduación, excluyendo los gastos de programas de intercambio universitario a diferentes países y cursos de especialización en el extranjero a lo largo de la carrera.
Los hombres asalariados ganan un promedio mensual de Q2,870, en comparación con Q1,968 de las mujeres. Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
En 2016 es cada vez más común la tendencia en que los estudiantes de un nivel socio económico alto, recién graduados del colegio, tanto hombres como mujeres, eligen estudiar en el extranjero, ya sea la carrera completa, cursos de especialización o maestrías.
En Estados Unidos, una carrera universitaria no becada cuesta alrededor de $35,000 anuales, lo que indica un promedio de $175,000 al finalizar una carrera, más gastos extras como alojamiento, servicios, pasajes y graduación. Según datos de la Universidad de Kansas, una universidad promedio en Estados Unidos cuesta $38,000 al año y en Europa más o menos €10,000 al año4, dependiendo del tipo de universidad.
Our Generation
En LOOK, quisimos conocer este fenómeno social a través de la voz de distintas mujeres que conversaron con nosotros, en la etapa en la que se encuentran como jóvenes adultas, qué decisiones están optando por hacer: si dedicarse a ser mamás y esposas, dejando por un lado su trabajo y desarrollo profesional o dedicarse a su carrera y desarrollo pleno. Muchas de las jóvenes entrevistadas que actualmente ya están casadas o comprometidas, desmintieron esa creencia que se tiene de que “los millenials aún replican tendencias tradicionales”.
44.8% de los puestos gerenciales en Guatemala son ocupados por mujeres. Según la International Labour Organization, Guatemala está entre los 10 países del mundo donde más mujeres son gerentes.
La mayoría de mujeres entre los 20 a 30 años que están por terminar una carrera universitaria, aspiran a explorar otros horizontes y profesionalizarse con una maestría fuera del país, iniciar un negocio start up e incluso estudiar una segunda carrera.
Es así como el rostro laboral de la mujer guatemalteca ha ido cambiando, cobrando cada vez más fuerza dentro del sector de trabajo y empresarial, dedicándose a su profesión, haciendo de la educación universitaria una inversión de por vida y dejando atrás la vieja costumbre de renunciar a su independencia una vez recibe el anillo de compromiso.
1 TIME Magazine: fuente cosultada: http://time. com/3422624/report-millennials-marriage/ 2 Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos. INE. Ingreso mensual por sexo. Página 56. 3 Universidad de Kansas. http://affordability.ku.edu/costs 4 ABC http://www.abc.es/20120425/ sociedad/abciuniversidadestasas- europeas-201204242001.htm