REALITY MAKER: MARÍA MÉNDEZ CINTRÓN
“Creo firmemente en la cooperación entre países y me identifico con la misión del Fondo Monetario Internacional de estabilidad financiera y económica como precondición para mejorar la vida humana. Me motivan mis compañeros (de todo el mundo) y el gusto por los números, lo que nos revelan sobre las decisiones humanas y sociales”, cuenta la primera economista guatemalteca del Fondo Monetario Internacional.
A María Méndez Cintrón no le asustan los retos. En algún momento de su vida optó por una posición para la cual no tenía el grado académico necesario, pero se preparó durante año y medio hasta obtenerlo. Es economista con una Maestría en Política Pública. Ha estudiado en la Universidad Francisco Marroquín, Boston University, y la Universidad de Chicago.
Con su trabajo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) busca cambiar perspectivas, abrir mentes y sembrar ideas. Le gusta utilizar la evidencia académica y técnica para proponer soluciones pragmáticas en temas económicos, financieros, o de desarrollo, en sus palabras “tengo facilidad para tomar ideas económicas complejas y comunicarlas de manera simple y proactiva”.
Su familia tiene una larga tradición de servicio público que la enorgullece. La mediana de tres hermanos define a sus padres como “brillantes”, su hermana grande su “héroe” y su hermano pequeño “mi mejor compañía”. Se reconoce como una mujer que cuestiona límites, se adapta fácilmente, y es empática. Su lema para los retos es: divide y conquistarás o como dicen en árabe: “shwei shwei”, poco a poco, paso a paso.
La joven fanática de las novelas, lee en su tiempo libre “Cementerio de los Libros Olvidados”, tetralogía del autor español Carlos Ruiz Zafón. “Durante 2017 también leí autores italianos como Alejandro Baricco, Italo Calvino y Elena Ferrante”. Disfruta del cine argentino tanto como de algunas sagas de acción estadounidenses.
María contestó para Look preguntas sobre su trabajo como economista fuera del país.
Look Magazine – ¿En dónde trabajas y cuál es tu puesto?
María Méndez – Soy economista para el departamento de Medio Oriente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Analizo temas económicos para Túnez en la división del Maghreb.
LM- ¿Cómo iniciaste en el puesto en el que laboras?
M – Hace dos años cambié de carrera dentro del mismo FMI, del área financiera al área macroeconómica. Apliqué a varios países en el mercado interno del FMI y me contrataron para trabajar en el equipo de Túnez. Analicé temas fiscales y este año estoy empezando el sector monetario.
LM- Describe un día laboral común.
M – Depende del ciclo de diálogo con el país: o nos preparamos para ir a visitar a nuestras contrapartes o recién llegamos de viaje (llamadas misiones). Mi trabajo implica reunirme con equipos del banco central y ministerios relevantes y escuchar su opinión sobre los últimos sucesos económicos. Esto lo combino con lo que me dicen los números para llegar a una conclusión sobre mi sector. Luego comparto mis conclusiones con el resto del equipo y llegamos a un consenso de los temas más importantes económicos que el país enfrenta. Ya sea desde Washington o físicamente en Túnez dialogamos con los equipos económicos locales para proponer soluciones y dar sugerencias.
LM- ¿ Qué lugar ocupa la creatividad en tu vida y cómo la aplicas en tu trabajo?
M – La economía es simple en los libros académicos y Túnez es especial por ser una democracia joven en el medio oriente. Las reformas económicas enfrentan todo tipo de restricciones políticas y sociales, tienen costos y beneficios humanos. Intentamos ser creativos y formular propuestas pragmáticas y modestas que encaminen al país en la ruta económica adecuada, pero que a la vez tengan en cuenta la coyuntura social que el país atraviesa.
LM- ¿Crees en el trabajo como un valor fundamental en la vida de la mujer y por qué?
M – Creo que todas las mujeres trabajan, dentro o fuera de la casa. A mi juicio, una de las fallas más grandes del análisis económico contemporáneo es que las estadísticas no captan el valor agregado de criar hijos y las tareas domésticas. El trabajo en la casa es uno de los insumos más importantes para el capital humano y la productividad.
LM-¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
M- El momento en el que mi contraparte y yo llegamos al consenso. Yo propongo una reforma, ella me dice por qué no se puede. Yo ajusto mi propuesta, doy argumentos, cito ejemplos. Ella me da más información técnica, yo busco un punto medio en donde consigamos el objetivo original, pero tomando en cuenta los desafíos que enfrenta. Nuestras propuestas pueden o no ser adoptadas por los gobiernos, pero compartir opiniones y debatir ideas es muy gratificante, sobre todo con mujeres del mundo árabe.
LM- ¿Existe alguna persona que haya marcado tu camino para ser la profesional qué eres hoy en día?
M- Mi mamá, Ana Cintrón de Méndez. Es un ejemplo de inteligencia, perseverancia, y amor.
LM- ¿Cómo te miras en 5 años?
M-Hay varios caminos. No he decidido si quiero hacer carrera a largo plazo en el FMI. Me gusta muchísimo mi trabajo y me encanta conocer regiones diferentes, pero hay tantas áreas que me llaman la atención que talvez pruebe algo diferente a mediano plazo.
LM-¿Tienes algún proyecto nuevo en mente?
M- Estamos empezando una base de datos de chapines para networking y mentoring, en Washington. Hay muchísimo talento guatemalteco y cada vez más jóvenes se interesan en la economía aplicada y la política pública que se practica en las instituciones multilaterales.
LM-¿Con qué clientes has trabajado y cuál es el proyecto que más te enorgullece?
M- Mis “clientes” son los países miembros del FMI. He trabajado con Angola, Guinea-Bissau, el Congo (RD), Mali, Mozambique, Senegal, Túnez, y Zimbabwe. En Guatemala muchos tienen la idea del burócrata corrupto y mediocre, pero en mi experiencia el servicio público y el trabajo relacionado a temas de gobierno es una vocación. Mis “clientes” o contrapartes en esos países han sido hombres y mujeres apasionados por el trabajo técnico y el análisis económico, dedicados al servicio de su país. Me enorgullece las relaciones profesionales que he cultivado, que transcienden raza, religión, género, y origen.
LM- ¿Qué mujeres en tu ámbito laboral admiras?
M- Christine Lagarde es la cabeza del FMI, antigua Ministra de Finanzas de Francia. Es diplomática, pragmática, y directa. En Guatemala, fuera de mi mamá, siempre admiré el trabajo de Carolina Roca y María del Carmen Aceña, profesionales que han trabajado al servicio de Guatemala. Recuerdo con cariño y admiro también a mis compañeras de la Superintendencia de Bancos, quienes me enseñaron mucho. Todas las mujeres de familia dedicadas pero “pilísimas”.
LM-¿Cómo consideras que tu trabajo impacta en la realidad del país?
M- Me gusta pensar que estoy abriendo brecha para otros que quieran dedicarse a lo mismo. No hay tantos guatemaltecos en estos organismos y tenemos mucho que aportar.