MUJERES MARAVILLA SOMOS TODAS
¡Qué orgullo ser mujer en esta época de la historia! Estamos cambiando y liderando muchísimas áreas de nuestra sociedad. Verdaderamente somos mujeres maravilla. Sin embargo, la palabra está asociada, de alguna forma, a ser empresarias, líderes, voceras y bloggers. La sociedad actual castiga a las amas de casa viéndolas de menos, simplemente no está de moda.
En la época actual te miden por la cantidad de seguidores en las redes sociales y no por cuántas vidas cambias ¿Puedes creer que este es uno de los factores que considera la sociedad para reconocerte como una mujer maravilla? Hoy vengo a decir lo contario. Te quiero contar de aquellas mujeres que avanzan en silencio, aquellas cuyas preocupaciones y tareas son más grandes, cuyos retos resultan más difíciles. Esos perfiles son los que debemos descubrir, apoyar y aplaudir.
Conocí personas admirables que, por falta de tiempo, ni cuentan con redes sociales. Mujeres que no se jactan de su trabajo diario. ¡Y vaya que lo que hacen es aplaudible! A ellas les importa más cuántas vidas salvan que los likes que reciben. Y sí, yo soy adicta a ellas y me encanta postear lo que me sucede, sin embargo, hoy vengo a decir que todas somos mujeres maravilla.
En los últimos tres meses, la vida me abrió una cortina a la realidad que desconocía. Conocí a mis verdaderas heroínas, personas que marcan y cambian la vida de miles de personas con su trabajo. Y no hablo de trabajos que todos vemos, hablo de labores más básicas como brindar cuidados y amor a los demás.
Conocí a médicas con gran conocimiento, jefas en un hospital que, con sus decisiones, determinan si los pacientes vivirán o morirán. Enfermeras que, con su amor, cuidan y nutren a niños enfermos; madres que resguardan la vida de sus hijos. Ellas me han cambiado la perspectiva de lo que una mujer poderosa o una mujer maravilla representa.
En los buenos días todas somos mujeres maravilla, pero en los malos, ahí es donde se nos pone a prueba. En los tiempos difíciles salen a luz nuestros poderes. Conocí a una madre admirable, feliz, positiva y llena de vida. Una persona que aconseja y platica con todos. No trabaja porque su hijo padece de un síndrome inmunológico y necesita su cuidado. Su esposo quedó parapléjico después de un accidente en su trabajo, y debe velar por el bienestar de otros tres niños. Junto a ella viví las peores tormentas y con sus sonrisas me animó en los días oscuros.
Hay otras mujeres maravilla que, con una taza de café, un abrazo o una sonrisa cambian el día de quienes les rodean. Otras se levantan temprano, se dirigen a una oficina y atienden clientes toda la mañana; otras que enseñan a los niños a aprender a hablar, a leer y escribir. Hay cosas que damos por sentado, pero sin ellas no sería posible. Hay mujeres que sin conocerte te ofrecen ayuda, te escriben y se presentan a acompañarte. ¡Ohh Denisse de Pellecer, Mich Matheu, María del Carmen Aguirre de Herman, Andrea S. de La Fuente, cuántas gracias, cuánto amor y cuánto cariño de regreso para ustedes! ¡No las conocía y sin ustedes mi cielo seguro hubiera sido más negro!
Hoy vengo a felicitar, a rendirle tributo, a remarcar que todas, no importa si recogemos basura, si hacemos pulseras y las vendemos, si somos amas de casa o enfermeras. Si somos doctoras, neurólogas o nutricionistas… Todas somos MUJERES MARAVILLA.
Nuestro amor, nuestra inteligencia y nuestro cariño hacen que el mundo se mueva. Sin nosotras, sin nuestras oraciones, sin nuestros detalles, sin nuestro esfuerzo, sin nuestro afán por nuestros niños, ¿quiénes le darían la sal al mundo en el que vivimos? ¿Cuántas mamás sacrifican sus tardes de clase en clase para darle a sus hijos las habilidades necesarias que necesita el mundo?
Es hasta que tu mundo se cae, que estás a punto de perder algo preciado que la perspectiva regresa a ti y descubres que, como mujeres, nos necesitamos. Así que hoy, en el Día de la Mujer, brindo por la sororidad. Brindo por cada tipo de mujer que existe en este mundo, por las amas de casa que desde sus loncheras y deberes o recetas de cocina animan y aman a sus esposos. Brindo por la tortillera que con sus manos forja el futuro de sus hijos, por la financiera exitosa que se sienta en su silla y crea planes de financiamiento para otras o la abogada que apoya y defiende a las demás… por todas ellas, hoy celebro, hoy me quito el sombrero y hoy grito a viva voz: ¡FELIZ DÍA DE LA MUJER, MUJERES MARAVILLA! ¡PORQUE MARAVILLOSAS, INTELIGENTES Y VALIOSAS SOMOS TODAS!
Cover:
fotografa: Marcela Polo
Retrato:
fotografo: Andrés Lorenzana
