Thelma Álvarez
Simplemente Rosita
Centro Histórico de la Ciudad Capital
¿A qué te dedicas? De día soy directora creativa, tengo una agencia de construcción de marca llamada Punto Mandarina donde hacemos realidad los sueños de los clientes. De noche soy diva, Simplemente Rosita, una dj trágica que toca música de corta-venas de los años 80.
¿Qué significa ser mujer para ti? Es tener la posibilidad de gestar y traer al mundo vida. Por un lado filosófico y metafórico, dar vida a relatos, historias, emprendimientos, magia.
¿Qué significa ser chapina para ti? Tengo la creencia que uno elige dónde nacerá, yo elegí este país por su sensibilidad maravillosa. Para mí Guatemala es eso, la sensibilidad a flor del piel, es tan colorida, tan bella, tan profunda y tan diversa.
¿Qué crees que tienen las mujeres guatemaltecas que no tienen otras mujeres? La resiliencia. Llevamos una vida en una lucha por la vida y seguimos adelante tratando de conseguir el respeto que se merece, el respeto a la igualdad de oportunidades. No estamos pidiendo que se nos de nada por ser mujeres, simplemente que por ser mujeres no nos nieguen las cosas, no nos impongan cosas.
Nombra a una mujer que admires. María Félix, “La Doña”. Por ser un símbolo del renacimiento femenino y feminista en Latinoamérica. Se atrevió a desafiar el statu quo, desde muchas perspectivas; la moda, el lenguaje y lo más importante el empoderamiento femenino.
¿Qué es lo que no puedes encontrar en otra parte del mundo y encuentras en Guatemala? La cultura y el misticismo. Guatemala es tan diversa y tan mística. En 50 kilómetros cambia el idioma, el vestuario, el paisaje y la forma de ver el mundo.
¿Qué querías ser cuando eras niña? Diva. Me gustaba fantasear. dibujaba, tenía todos mis diarios ilustrados con mundos paralelos. Crecí en el Centro Histórico de la Capital en los 80, nada fácil por encontrarme en medio de un conflicto armado y lidiando con el miedo hermético de la época. No resultaba sencillo salir a jugar en las calles. Pintaba, me inventaba personajes, obras de teatro, cómics y varios alter egos.
¿En que momento empezaste a ser Simplemente Rosita? En 2004 con dos amigos, Brenda y César, trabajábamos aquí, en Punto Mandarina y poníamos canciones de los 80. Les dije ¿por qué no hacemos una fiesta solo de estas canciones?, son las que ponen al final pero también son lo más alegre. La primera fiesta fue en Suae, en 4º. Norte, la hacía como una performance que estudiaba la estética kitsch desde la música de desamor de los años 80.
Nombra la mayor lección que aprendiste en tu área de trabajo. Rodearte de gente positiva. Cero tolerancia al drama y a la crítica destructiva.
¿Qué significa el éxito para ti? Es una cuestión de conciencia. Qué tan consciente estoy de lo que quiero, qué tanta energía le pongo para lograrlo y cuando lo logro para mí eso es un éxito. Pero es un proceso no es un estado permanente, son pequeñas ganancias.
¿Cuáles son los mayores sacrificios que has realizado? Yo no lo veo como sacrificio porque lo he querido hacer, pero sí, en toda decisión hay un sacrificio porque hay algo que decides no hacer.